A la hora de planificar nuestra dieta es frecuente que introduzcamos en ella un día de comida trampa o cheat meal o bien un refeed. Pero ¿qué diferencia a estos dos conceptos? Ambos consisten en modificar nuestra alimentación en un momento concreto y ambos tienen beneficios psicológicos; sin embargo, la forma de plantearlos es muy diferente.
Os damos las claves para conocer las diferencias entre refeed y comida trampa, para que sepáis cómo nos afecta cada uno de ellos y para que podáis elegir cuál es el que más os conviene a la hora de alcanzar vuestros objetivos.
La diferencia principal entre estos dos conceptos puede resumirse en que en el refeed la cantidad de alimentos a ingerir y sus macros están totalmente planificados, mientras que la comida trampa o cheat meal te permite comer aquello que más te apetezca durante un período de tiempo concreto sin tener que pensar en macronutrientes o calorías. Pero, obviamente, ni su finalidad es la misma, ni sus efectos son iguales.
El refeed o carga de hidratos
Los refeeds se basan en una ingesta alta de hidratos de carbono cuya finalidad es aumentar la leptina, una hormona relacionada con el apetito, y recargar los depósitos de glucógeno, entre otras. Para ello se realizan ingestas altas de carbohidratos (generalmente dentro del marco de una dieta hipocalórica o de definición) de distinta duración, que pueden ir desde unas horas hasta unos días, dependiendo de las necesidades del deportista. También depende del tipo de entrenamiento que se realice, claro.
Durante un refeed aumentamos la cantidad de carbohidratos, que suelen ser de medio o alto índice glucémico, mientras que mantenemos estable la cantidad de grasas y de proteínas. De esta manera se sigue fomentando la quema de grasas, además de tener un efecto psicológico positivo en el deportista (seguir una dieta estricta en ocasiones puede resultar cansado).
La cheat meal o comida trampa
La comida trampa o cheat meal, sin embargo, no está planificada. Se realiza, por norma general, una vez por semana, aunque no es obligatorio, y simplemente nos aporta beneficios psicológicos. Generalmente se planifica de modo que coincide con una tarde o noche en la que salimos a comer fuera de casa, para no tener que estar midiendo cantidades o macros.
El peligro del cheat meal para algunas personas es que, al no estar totalmente planificado, se nos puede ir de las manos, por lo que es interesante por lo menos acotar las horas en las que lo vamos a hacer. No sería la primera vez que un cheat meal se convierte en un "cheat day".
También hay que tener en cuenta que hacer un cheat meal no tiene por qué significar ponernos hasta las orejas de comida basura: puede consistir simplemente en comer aquello que no entra dentro de tus macros el resto de la semana.
Contadnos en los comentarios, ¿qué soléis comer cuando hacéis un refeed o comida trampa?
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