Con el comienzo del nuevo curso muchos buscamos deshacernos de los kilos de más ganados en las vacaciones y en lo posible, hacerlo de la forma más fácil. Sin embargo, en septiembre (y todos los meses del año) recomendamos huir de las dietas milagro, aun cuando te resulten muy tentadoras. Te contamos por qué alejarte de las mismas y te mostramos las más peligrosas para tu cuerpo.
Por qué decirle NO a una dieta milagro
Resultan opciones muy atractivas cuando deseamos obtener resultados rápidos, sin embargo, no están libre de consecuencias negativas y por eso te contamos por qué deberías decirle NO a una dieta milagro:
- Son alternativas estrictas: aunque las consideremos opciones "fáciles" porque en sólo una semana nos hacen perder mucho peso, la verdad es que todas las dietas milagro que producen un gran descenso de peso son estrictas, es decir, limitan considerablemente las calorías y por lo tanto, los nutrientes ingeridos en un día. Así, muchas de ellas rondan las 800 kilocalorías diarias y por ello, pueden alterar nuestro metabolismo así como nuestra conducta alimentaria prohibiendo alimentos o reduciendo al máximo las fuentes de energía.
- Pueden ocasionar carencias nutricionales: justamente porque reducen enormemente las calorías diarias resulta difícil que una dieta milagro, restrictiva en gran medida permita alcanzar la cuota de diferentes nutrientes. Así, dependiendo de la dieta que realicemos, podemos sufrir carencia de hierro, de ácidos grasos esenciales, de vitaminas y otros minerales en nuestro organismo, lo cual sin duda, coloca en riesgo la salud del mismo.
- Producen efecto rebote: cuanto mayor es la restricción en una dieta y más peso perdemos en breve tiempo, mayores son las probabilidades de sufrir un efecto rebote o de que recuperemos el peso perdido debido a diferentes cambios a nivel hormonal, neurológico y metabólico que nos conducen a un "modo ahorro" durante el cual el cuerpo quema menos calorías que antes, hasta 6 meses después de haber finalizado la dieta.
- Ocasionan estrés: las dietas muy bajas en calorías como son la mayoría de las estrategias milagrosas estresan a nuestro organismo elevando los niveles de cortisol en sangre como han observado científicos estadounidenses, una hormona que no sólo entorpece la ganancia de músculos, sino también, altera la conducta alimentaria incentivándonos a comer más y de peor calidad. Por lo tanto, una dieta milagro que busca ayudarnos a perder peso rápidamente, puede dejarnos a su fin un alto grado de estrés que nos lleva a engordar o recuperar el peso perdido fácilmente.
- No son sostenibles en el tiempo: justamente por su alto grado de restricción ninguna dieta milagrosa recomienda su práctica a largo plazo y nosotros tampoco podríamos sostener la misma en el tiempo. Así, las dietas milagro poseen baja adherencia y por ello, se realizan por un tiempo limitado, dejando huellas negativas a largo plazo aun cuando su práctica finalizó.
- Son despersonalizadas: la individualidad es clave al momento de lograr resultados. Las dietas milagro no consideran nuestras costumbres, hábitos previos, condición biológica, necesidades y más, por lo tanto, no son de ayuda para modificar la conducta alimentaria y ayudarnos a perder peso cuidando la salud, sino que pueden ser dañinas para nuestro cuerpo.
- No favorecen el logro de hábitos saludables: la modificación de hábitos es el objetivo para después lograr un peso saludable y sostenible en el tiempo, pero las dietas milagro, que no consideran aspectos individuales, son restrictivas y poco sostenibles en el tiempo difícilmente nos ayuden a lograr mejores hábitos alimenticios, por el contrario, pueden entorpecer la adquisición de los mismos al alterar internamente diferentes aspectos del organismo.
Ya vemos que lejos de ayudar, las dietas milagro pueden entorpecer el logro de un cuerpo sano, con un peso adecuado y sostenible en el tiempo, por ello lo mejor es decirle NO a las dietas milagro en este nuevo curso.
Claves para reconocer una dieta milagro
Solemos decir que si una dieta parece muy buena, fácil y con excelentes resultados siempre debemos desconfiar, pues modificar hábitos requiere su esfuerzo así como mucha dedicación y constancia. Pero para que no te sorprendas, debes saber que hay algunos rasgos característicos que comparten las dietas milagro y que te ayudarán a reconocer las mismas:
- Llevan un nombre atractivo, llamativo o tentador, como la dieta de la bella durmiente. O bien se promocionan de manera muy original con mensajes como "¡pierda XX kilos de peso en tan sólo X días!" o similares.
- Suelen publicarse con reglas claras, pero sin considerar nuestro peso, nuestra edad, sexo, ni otros aspectos individuales. Además, son muy frecuentes en revistas u otros medios de comunicación generalistas y casi nunca van de la mano de una consulta profesional personalizada.
- Prometen grandes resultados en poco tiempo que de no ser publicados en su nombre de seguro se encuentran en el objetivo o la publicidad de la misma.
- Eliminan grupos de alimentos completos o se basan en un alimento particular; por ejemplo, la dieta del limón o la dieta de líquidos, entre otras.
- Exacerban sus características o las propiedades de un alimento puntual atribuyendo, sin fundamento científico, valiosas cualidades y hasta efectos mágicos a los mismos. Por ejemplo: propiedades adelgazantes de la piña.
- Esconden un negocio que si analizamos la dieta milagro podemos descubrirlo, ya que muchas veces se vende el libro de la dieta en cuestión, las barritas o batidos que realmente funcionan, las semillas que de verdad adelgazan, entre otras cosas.
Estas son las principales características de las dietas milagro por las cuales puedes reconocerlas y alejarte de ellas para evitar sus efectos negativos.
Las dietas milagro más peligrosas para tu salud
Aunque como mostramos antes todas las dietas milagro pueden tener efectos adversos para nuestro organismo y no ayudarnos a lograr un peso y un cuerpo saludable como pensamos, hay algunas alternativas más peligrosas que otras.
Por ejemplo, la dieta HCG o de la gonadotropina coriónica humana que es la hormona que moviliza grasas hacia el feto durante el embarazo y se utiliza erróneamente en esta dieta para adelgazar. Esta dieta propone consumir un promedio de 500 kilocalorías diarias, un valor energético muy reducido que puede conducirnos a carencias alimentarias así como a alteraciones hormonales severas en nuestro organismo que finalmente, dañen el metabolismo para siempre.
Otros efectos negativos que puede generar esta dieta son fatiga, irritabilidad, inestabilidad emocional y demás cambios debido a la severa restricción que propone, según señalan expertos de la Clínica Mayo .
La dieta del delfín que basa su propuesta en la ingesta de agua de mar para favorecer la pérdida de peso, también representa un peligro para nuestro organismo pudiendo ocasionar desde un desequilibrio de electrolitos hasta intoxicaciones y problemas gastrointestinales. Además, esta dieta propone incluir variedad de frutas y vegetales y en menor medida lácteos desnatados y carnes magras evitando la ingesta de cereales, harinas y derivados, pues básicamente se recomienda llevar una dieta alcalina que carece de verdaderos fundamentos científicos.
Otra alternativa que puede conducirnos a riesgo de carencias nutricionales, sobre todo de ácidos grasos esenciales, es la dieta de Beverly Hills que fue muy popular hasta hace unos años atrás y se basa en que las enzimas de las frutas promueven la quema de grasas por eso, se incentiva su consumo y se contempla la premisa de no mezclar proteínas con hidratos ni estos nutrientes con grasas. Por supuesto, esto es uno de los tantos falsos mitos que confunden y no favorecen la toma correcta de decisiones.
Las dietas líquidas que pueden conducirnos a un consumo excesivo de agua sin los nutrientes adecuados para el organismo no sólo pueden ocasionar carencias nutricionales sino también, promover un riesgoso desequilibrio de electrolitos o minerales que perjudiquen la salud.
Otra alternativa peligrosa y absurda al mismo tiempo es la dieta nasogástrica o KE diet que consiste en alimentar al organismo por medio de una sonda que va desde la nariz al estómago y aporta por medio de este tubo sólo 800 kilocalorías y nutrientes que incentivan la cetosis. Es una dieta invasiva, incómoda y para nada compatible con una vida social normal. Además, no promueve hábitos sanos y como las dietas anteriores restrictivas, estresa al organismo grandemente.
Por último, no podemos dejar de nombrar entre las dietas más peligrosas la dieta de la cerveza que propone beber 500 mililitros de cerveza a diario a 0°C para producir un gasto calórico por su ingesta a muy baja temperatura. Dado que aun un mínimo de alcohol a diario perjudica la salud, por supuesto esta no es una dieta para nada recomendable para cuidar al organismo.
Estas y otras dietas milagro que renacen en septiembre y pretenden conquistarnos con sus propuestas pueden perjudicar la salud, por eso, más que nunca en estas épocas de vulnerabilidad debemos huir de estas propuestas.
Bibliografía consultada | Obesity (2016) 24, 1612-1619. doi:10.1002/oby.21538; Psychosom Med. 2010 May;72(4):357-64. doi: 10.1097/PSY.0b013e3181d9523c. Epub 2010 Apr 5.
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