Solo hay algo más complicado que intentar perder peso y es mantenernos en un peso adecuado una vez que hemos conseguido perder el peso que queríamos y no volver a ganarlo. Tanto el uno como el otro implican un esfuerzo por nuestra parte y realizar cambios en nuestros hábitos alimenticios.
Sin embargo, pequeños errores, de los que no seamos ni conscientes, pueden boicotear y echar al traste con todos nuestros esfuerzos y dificultarnos la pérdida o el mantenimiento del peso. Estas son algunas de las conductas más problemáticas que nos pueden estar afectando.
Excedernos con las calorías líquidas
Uno de los problemas cuando consumimos líquidos que nos aporten calorías es que estos no nos ofrecen tanta saciedad como la comida sólida. Esto significa que corremos el riesgo de consumir muchas calorías de forma líquida sin darnos a penas cuenta porque no nos sentimos llenos.
Además, al ser bebidas líquidas parecen más ligeras y casi crea la ilusión de que no pueden aportar tantas calorías ni afectar a nuestro peso, pero sí lo hacen. Es por ello que lo más recomendable es que elijamos el agua como bebida principal y hagamos uso también de bebidas como el té o el café que no aportan calorías.
Los zumos, los batidos, los refrescos azucarados y el alcohol solo sumarán calorías vacías sin aportarnos ningún tipo de nutriente y afectando directamente a nuestra dieta y a nuestro peso.
Excedernos los fines de semana
Es cierto que en ocasiones podemos darnos un capricho y no va a pasar absolutamente nada, pero si tomamos como costumbre el cuidar nuestra alimentación durante la semana y desfasarnos el fin de semana, no conseguiremos bajar de peso -y no estaremos cuidando nuestra salud -.
El consumo de alcohol excesivo durante el fin de semana o el abuso en esos días de alimentos más calóricos con peor calidad nutricional puede conllevar que todo el esfuerzo de la semana quede en nada.
No vigilar las porciones
Cuando decidimos alimentarnos de manera más saludable podemos optar por aumentar el consumo de frutas, verduras, frutos secos, legumbres, etc. y reducir el de ultraprocesados. Este hecho va a influir directamente en nuestra salud, pero si no controlamos las porciones que consumimos, posiblemente no nos ayude a perder peso -o al menos no tan fácilmente -.
Un truco útil y sencillo para las comidas principales - y que nos evitará tener que pesar nuestros alimentos - es servir las comidas en platos de postre en vez de en platos normales. Este cambio sencillo te ayudará a que comas menos cantidad sin que sientas hambre ya que seguiremos registrando un plato como una unidad, aunque sea más pequeño.
Optar por alimentos light o 0%
Están por todas partes y nos aseguran que nos van a ayudar a perder peso y a comer menos calorías. La realidad es que, en muchos casos el número de calorías que tienen no es tan diferente de sus homólogos normales. Una de las consecuencias de su consumo puede ser que comamos más por creer que son light y por tanto no engordan.
Además, el hecho de que tengan menos calorías que la versión normal del mismo producto no significa que tengan pocas calorías. Por poner el ejemplo de unas galletas o de unas patatillas light, aunque tengan menos calorías que las no light, siguen pudiendo llegar a aportarnos hasta 180 kcal vacías por cada 40 gramos.
Eliminar muchos alimentos o restringir grupos de nutrientes
Lo más tentador cuando empezamos una dieta es cortar y cortar y cortar en alimentos y nutrientes. Los carbohidratos y las grasas suelen ser los primeros en abandonar nuestra alimentación, no permitiéndonos consumir ningún alimento que los contenga
La realidad es que no solo resulta muy difícil eliminar por completo el consumo de ciertos alimentos y nutrientes, sino que puede ser contraproducente. Reducir de manera tan drástica lo que ingerimos puede estresar a nuestro organismo, reduciendo la adherencia a la dieta y generándonos ansiedad.
Además, este tipo de conductas puede afectar a nuestro metabolismo, facilitando que, una vez que abandonemos la dieta, aparezca el temido efecto rebote.
Hacer uso de suplementos
En el mercado encontramos batidos, barritas, y demás suplementos alimenticios que nos animan a cambiar la ingesta de una - o varias - comidas por uno de estos suplementos de manera que nos ayuden a perder peso al aportarnos menos calorías.
Por desgracia, muchas de estas barritas y batidos contienen grandes cantidades de azúcares que, lejos de ayudarnos a perder peso, pueden hacer que lo aumentos y afectar a nuestra salud. Además, en caso de ayudarnos a perder peso no lo harían de una forma sostenible en el tiempo y no nos ayudarían a cambiar nuestros hábitos. Lo más probable es que en cuanto volviéramos a nuestra alimentación habitual recuperáramos rápidamente el peso perdido.
No hacer ejercicio físico
Para conseguir perder peso el punto más clave es conseguir un déficit calórico y esto se consigue, en mayor medida, por medio de la dieta. Sin embargo, esto no significa que podamos perder peso sin hacer ningún tipo de ejercicio físico.
No quiere decir que tengamos que ir al gimnasio o salir a correr todos los días, pero si vivimos una vida totalmente sedentaria y ni siquiera caminamos de manera habitual, es muy complicado que consigamos perder peso. Principalmente, porque la cantidad de calorías que quememos al día será la mínima en base a la energía que necesitemos en reposo y actividades básicas.
Hacer algo de ejercicio físico no solo nos ayudará a quemar más calorías al día, sino que mejorará nuestro metabolismo consiguiendo que las calorías que quememos en reposo sean mayores - especialmente en el caso de ejercicios de fuerza -.
Imágenes | Unsplash , Pixabay
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