Aunque nos parezca mentira en nuestra vida del día a día hay pequeños detalles con los que podemos aprovechar y quemar calorías. En la casa, el trabajo, por la calle...cualquier lugar es bueno para moverse más de lo normal y hacer trabajar nuestros músculos.
Los ascensores no existen: subir escaleras es una actividad que pone en marcha a gran parte de los músculos. Olvidarte del ascensor un día tras otro a la larga suma un gasto energético nada despreciable.
Ahorra combustible: el coche es un mal invento para nuestro sistema muscular y cardiovascular. Si trabajas lejos puedes dejar el coche no tan cerca del trabajo y andar unos 10 minutos, si el trabajo o el lugar donde te diriges no está tan lejos no te lo pienses y echa a andar.
Vete de viaje los fines de semana: el viajar requiere andar de un lado para otro y estar activo para ver cosas. Se suele comer menos y el metabolismo anda más acelerado.
Haz la compra sin carrito: si vas al super y no vas a comprar mucho olvídate del carrito y coge una cesta de mano, así tienes que llevar tú el peso y andar agachándote y levantándote para coger la cesta
El perro es el mejor amigo del hombre: saca a pasear al perro, corre detrás de él, cogelo, sueltalo...y esto un par de veces o tres al día al final se puede convertir en un buen hábito de actividad física.
Volver a ser un niño: los niños se pasan el día jugando y corriendo, únete a ellos y juega al fútbol, al escondite o a salir con la bici. Al principio igual no puedes seguir el ritmo pero a todo se acostumbra el cuerpo.
¿Se te ocurren más formas de andar por casa con las que quemar calorías?
Vía | SportLife