Queda poquito para el verano y mientras algunos empiezan con las dietas milagro nosotros continuamos con nuestra dieta semanal, siguiendo la filosofía de que hay que comer variado, hacer cinco comidas al día y cocinar sano. Lo más importante para hacer una buena dieta es establecer hábitos saludables que perduren, no cambiar drásticamente en un mes nuestra dieta y luego volver al estado anterior, esto solo sirve para volver loco al cuerpo.
También hay que cuidar lo que bebemos
En la dieta muchas veces no le damos importancia a las bebidas y pueden ser un punto importante de desequilibrio dietético. Si basamos nuestra hidratación diaria en zumos preparados y bebidas o refrescos azucaradas estaremos dando al cuerpo un extra de calorías, gases y azúcares bastante importante.
Una lata de refresco contiene de media unas 100 kcal y casi todas a base de azúcares simples. No va a pasar nada si de vez en cuando tomamos un refresco, pero convertir estas bebidas en nuestro sistema de hidratación es un error. Por supuesto la alternativa saludable es el agua, lo más eficaz y sano para hidratarnos.
Por otro lado tenemos los zumos naturales que nosotros mismos nos podemos preparar en nuestra casa. Ahora que es primavera hay mucha variedad de fruta y podemos hacer infinidad de combinaciones, incluso convertir esos zumos en granizados o cockteles sin alcohol.
Y en las bebidas también nos topamos con el alcohol, sobre todo con la cerveza y el vino a la hora de comer. Como tantas veces hemos dicho aqui, tomarnos una cerveza o vaso de vino en la comida es beneficioso, pero con las bebidas alcohólicas la línea entre lo saludable y lo perjudicial es muy fina o a menudo no la saltamos.
Una buena hidratación diaria debe estar basada en agua, por eso no puede faltar en las comidas principales. Después y como ayuda para consumir fruta y asegurarnos las vitaminas y minerales es buena idea hacer zumos naturales para meriendas, postres o a media mañana. En cuanto a las bebidas alcohólicas, las podemos tomar, por supuesto, pero siempre serán algo esporádico en la dieta.