El frio y los constantes cambios de temperatura que estamos experimentando en los últimos días son un peligro para los que practicamos deporte al aire libre. Estos accidentes climáticos son los culpables de resfriados y afecciones que nos pueden dejar postrados en la cama sin poder hacer deporte. Por ello es necesario que tomemos una serie de medidas al respecto, tanto como si tenemos un resfriado leve, como si estamos perfectos.
La prevención es la mejor manera de evitar que algo nos suceda. En el caso de los resfriados ocurre lo mismo, ya que un resfriado no solo ataca a nuestras defensas, sino que deja nuestro organismo en un estado muy débil. Esta situación nos llevará tiempo para que volvamos a estar recuperados y activos, por ello más nos vale con estar en perfectas condiciones. Simplemente lo que haremos será seguir una serie de consejos sencillos y que nos servirán de mucho.
La ropa adecuada
En primer lugar debemos tener presente que al practicar deporte en la calle estamos más expuestos a las inclemencias del tiempo. Por ello es necesario que cuidemos en exceso el vestuario que vamos a utilizar. Es importante que elijamos prendas adecuadas, sobre todo para aquellas partes que apenas tienen movilidad, como son las rodillas, el cuello, la nariz, las orejas, el pecho… Por ello es necesario que elijamos prendas cómodas y cálidas, que nos permitan la traspiración, pero que no retengan la humedad, ya que ésta es el principal enemigo a la hora de contraer un resfriado.
No solo servirá con elegir bien la ropa adecuada, sino saber también la cantidad que vamos a utilizar, pues es necesario que llevemos varias prendas que nos protejan del frío y que podamos quitarnos a medida que aumentar nuestra temperatura corporal. Estas prendas nos servirán para mantener la temperatura al finalizar la actividad en cuestión, ya que al detenernos corremos el riesgo de que nuestra temperatura descienda bruscamente y podamos resfriarnos. Por ello es necesario que nos cubramos nada más terminar.
Calentar y estirar
El calentamiento previo antes de realizar cualquier actividad deportiva al aire libre también es necesario si lo que queremos es no caer enfermos. Los motivos de esto son que no podemos poner la maquinaria a mil nada más empezar, pues las defensas pueden bajar considerablemente y enfermarnos con más facilidad o empeorar en el caso de padecer un resfriado leve. Lo ideal y recomendable es avanzar poco a poco en los entrenamientos para que el organismo se acostumbre y entre en calor de manera progresiva.
Estirar después de haber calentado previamente es una buena manera de aclimatar el cuerpo a la actividad que vamos a realizar y así evitar que le pille de sopetón. Los estiramientos contribuirán al calentamiento general del organismo para así mantener unas buenas defensas y evitar que las temperaturas adversas del exterior nos puedan.
Cuidar la alimentación
La alimentación es esencial en estos casos. Para comenzar debemos tener especial cuidado a la hidratación corporal, ya que mantener unos órganos en perfectas condiciones es esencial a la hora de hacer frente a las adversidades climatológicas. Lo mismo sucede con los alimentos que nos vamos a llevar a la boca. Es necesario que contengan altas cantidades de hidratos de carbono de alta calidad que nos ofrezca la energía necesaria para poder hacer frente a la actividad que vamos a realizar.
Las frutas y verduras serán otro alimento estrella si queremos mantener los resfriados alejados de nuestra vida. Sobre todo los antioxidantes que nos aportan estos alimentos serán los que vamos a tener más en cuenta, ya que ellos protegerán nuestras células de los ataques del exterior, reforzando las defensas, y evitando de este modo que nos afecte en forma de resfriado. Junto a esto el descanso es esencial para respetar los biorritmos y mantener las defensas en unos niveles óptimos.
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