Según los datos del último estudio elaborado por la OMS el sobrepeso infantil está creciendo alarmantemente en los países desarrollados. Ahora más que nunca es muy habitual a niños gorditos y obesos en nuestras calles. Una lacra que marcará sus vidas para siempre, y con ello su salud y bienestar físico. Para evitarlo en Vitónica queremos ponernos manos a la obra, y para ello vamos a ver algunos consejos para evitar la obesidad infantil.
Antes de nada debemos tener muy presente que un niño con sobrepeso no tiene por qué ser un niño bien alimentado. Popularmente existe la creencia de que cuanto más relleno esté un niño, mejor salud tiene. Esto es una tradición que arrastramos desde los tiempos en los que el hambre era un compañero de la sociedad. Hoy en día, normalmente un niño con sobrepeso suele ser un problema, y es que es en la infancia donde se gesta el futuro de ese individuo, y su sobrepeso puede ser un problema para el correcto desarrollo de su cuerpo.
Como hemos visto en infinidad de ocasiones, la infancia es una edad decisiva en nuestro desarrollo. A nivel de peso es también crucial, ya que los hábitos que adquirimos en la infancia, y la manera en la que acostumbremos a nuestro organismo a procesar los alimentos será muy importante para conseguir crecer con una salud plena y completa. Estos hábitos se están descuidando y se deja todo para más adelante, cuando el niño sea consciente y adquiera otros hábitos. En muchos casos es tarde, pues el organismo ya no funciona como debiera a causa de unas malas costumbres en la infancia.
Cuidar la comida de los niños
Ante todo es esencial cuidar la comida de los niños. Un niño puede comer de todo, es más, debe comer todo tipo de alimentos para conseguir todos los nutrientes necesarios para su correcta evolución. A pesar de esto es necesario que en su dieta no haya un exceso de grasas ni de azúcares. Estos nutrientes por desgracia ocupan un aparte importante de su alimentación, y a pesar de que el metabolismo infantil funciona más deprisa, no es suficiente para evitar su acumulación en forma de grasa.
Para ello es importante que acostumbremos a nuestros hijos a comer alimentos saludables donde las frutas y las verduras ocupen un papel importante, así como el pescado, las legumbres y los cereales integrales, la carne magra… Una gran paleta de alimentos donde la bollería industrial y los dulces deben ocupar un lugar secundario, y no una cosa habitual como sucede en muchos casos en los que se recurre a este tipo de alimentos cuando se pretende dar al niño una merienda o un almuerzo.
El ejercicio físico
Otro punto importante es el deporte y la actividad física. Uno de los principales problemas de los niños actualmente es que apenas realizan actividad física. Es necesario que desde pequeños les inculquemos el amor por el deporte y por la actividad, y que vean esto como algo totalmente natural y no como un esfuerzo o un sacrificio. Al fin y al cabo es cuestión de educación, y para ello es bueno que nosotros lo practiquemos con ellos para que asocien el deporte con un momento de ocio en familia y de diversión.
Los adultos como ejemplo
Es importante que para evitar la obesidad infantil y el sobrepeso, comencemos desde nosotros mismos, ya que el niño acaba imitando a los adultos y adoptando los hábitos más o menos saludables con los que ha crecido. Para ello es necesario que a nuestros hijos les demos un buen ejemplo. Tampoco es aconsejable que el peso y la dieta se convierta en una obsesión para ellos, sino que simplemente debe ser un estilo de vida que rija su comportamiento en un futuro.
Imagen | USP Hospitales