El chocoholismo es un nuevo término derivado de la mezcla de alcoholismo con chocolate, y vendría a denominar la adicción al chocolate, algo que, recientemente, se ha comprobado como real y que puede favorecer el desarrollo de obesidad.
Un tiempo atrás, cuando se hablaba de obesidad como adicción a la comida, no se podía pensar en hacer abstinencia, ya que el ser humano no puede vivir sin comer, pero ahora, se ha demostrado que no cualquier sustancia alimenticia puede producir adicción, sino que justamente aquellos alimentos ricos en grasas, azúcares, y otras sustancias estimulantes del sistema nervioso y productoras de placer, son los que pueden generar adicción, como es el caso del chocolate.
El chocolate posee elevadas concentraciones de grasas y azúcares, es rico en teobromina (estimulante) y es precursor de serotonina, la hormona del placer o de la felicidad, por lo tanto, éste alimento puede generar adicción y a ésta, se la denomina chocoholismo.
Si bien hoy se sabe que la conjunción de grasas y azúcares bastan para generar adicción, no todos los que amamos el chocolate somos chocohólicos, sino que considero que los adictos al chocolate deben ser una gran minoría y éstos, deben ser tratados como verdaderos adictos, para poder controlar la ingesta de éste alimento que, como otros, en exceso resulta perjudicial.
Lo ideal es que siempre controlemos la ingesta de dulces en general y que escojamos el chocolate más puro, con menos azúcar, pues además de tener menor potencial adictivo, tiene más sustancias buenas para el organismo.
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Imagen | SashaW