La circunferencia del cuello es un indicador más de riesgo cardiovascular al igual que lo es la circunferencia de cintura, sin embargo, si se asocia cuello grande con ronquidos, estamos ante la presencia de una combinación arriesgada, pues no sólo encontramos dificultad para respirar señalada por los ronquidos sino también, mayor localización de grasa a nivel visceral indicado por el perímetro del cuello.
Entonces, además de medir la circunferencia del cuello, es importante saber si la persona ronca o no, pues ambos factores juntos determinan un riesgo mayor de sufrir apnea obstructiva del sueño y enfermedades cardiovasculares asociadas.
Se dice que una circunferencia de cuello superior a 43 cm es indicador de riesgo de sufrir apneas del sueño, entonces, Ben- Noun nos propone una forma de considerar los ronquidos al calcular el riesgo mediante la medición del perímetro del cuello.
A la circunferencia del cuello debemos sumarle 3 centímetros si el individuo ronca habitualmente. Así, una persona que tiene un cuello grande de 41 cm y ronca, tendrá 44 cm finales lo cual indica que dicha persona tiene riesgo elevado de sufrir apneas y enfermedades cardiovasculares.
La misma persona, si no roncara habitualmente no tendría riesgo de sufrir estas enfermedades.
Aunque roncar parece sólo una molestia para quien escucha los ronquidos, puede indicar riesgos en la salud del organismo y deben ser tenidos en cuenta como en este caso, ya que asociado a un cuello grande sugiere la presencia de mayores probabilidades de sufrir apneas del sueño y otras enfermedades asociadas.
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