Pues sí, es mejor tener sobrepeso que ser una persona completamente inactiva que no se mueve. Y es que la actividad física diaria es determinante a la hora de tener una vida cardiosaludable. Pero esto sólo incluye a aquellas personas con sobrepeso que realmente hacen actividad física.
Aunque parezca sorprendente, el estar gordo a partir de los 60 años no es el peor factor que le puede ocurrir a una persona siempre que cuide su salud. Los obesos tienen una mayor esperanza de vida que aquellos que no tienen un buen estado de salud cardiovascular, debido principalmente a la falta total de ejercicio físico.
Se ha elaborado un estudio, coordinado por el investigador Zuemi Sui, que se realizó durante 12 años en 2600 adultos de más de 60 años. Cuyo objeto fueron la relación entre el estado de salud cardiovascular y medidas del porcentaje de grasa corporal, así como el índice de masa corporal y la medida de la cintura.
Se pudo observar que aquellos que fallecieron durante el período de tiempo del estudio eran más viejos, con peor estado de salud cardiovascular y más factores de riesgo cardiovascular que los sobrevientes. No obstante, el estar gordo o delgado no constituyo una diferencia significativa.
Se vió que las personas con una buena salud cardiovascular, aunque fueran obesas, tenían un menor riesgo de mortalidad por cualquier causa que los sujetos que tenían una mala condición cardiovascular y un peso normal o incluso inferior.
En el estudio recalcan la posibilidad de reducir la muerte entre personas ancianas, incluyendo aquellas que son obesas, prácticando una actividad física habitual, como por ejemplo andar rápidamente 30 minutos todos los días. Además de estos hallazgos, es indiscutible que la actividad física le confiere a la persona anciana una mejora en la calidad de vida.
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