Evita el Síndrome de la Sonrisa Perdida

El SSP parece, durante este mes de Septiembre, la enfermedad o trastorno de moda. Pero... ¿realmente no es ponerle un nombre nuevo a lo que se ha tenido toda la vida? Creo que con SSP estamos llegando a rebautizar al típico síndrome postvacacional que hemos sufrido todos en alguna ocasión y que vamos a analizar a continuación:

Dos son las causas de las patologías más propias del síndrome postvacacional (le pondremos el nombre de siempre y así nos entendemos todos): La depresión producida por el retorno a un entorno laboral incómodo, desagradable o que, simplemente, no cumple nuestras expectativas y el cambio de horario fisiológico producido por las propias vacaciones.

Depresión, irritabilidad, astenia, tristeza, apatía, ansiedad, insomnio, dolores musculares, tensión, nauseas, extrasístoles (palpitaciones), taquicardias, sensación de ahogo y problemas de estómago, entre otros, son los problemas causados por este síndrome, que llega a afectar a un 35% de trabajadores entre 25 y 40 años.

Algunos especialistas en psicología recomiendan, por ejemplo, repartir las vacaciones en varios periodos breves al año (ya que una de las causas más comunes de este síndrome es el hecho de estar 11 meses sin vacaciones), llegar al lugar de residencia habitual algunos días antes de la puesta de vuelta al trabajo (para una mejor aclimatación de horarios) y no reemprender la actividad en Lunes.

Vía | Mundogar Vía | Capital Emocional

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