La anemia es una anomalía orgánica que aparece en muchos corredores. Es debida a una falta de hierro que se traduce en una falta de energía que acabará en un deterioro del rendimiento físico.
En contra de lo que mucha gente cree, la anemia de los corredores es un trastorno habitual que se debe básicamente al excesivo esfuerzo que realizan muchas veces los corredores. Si a esto lo sumamos una dieta deficiente en hierro el problema se agrava más. Los principales afectados suelen ser aquellos que practican carrera de fondo sobre todo mujeres en edad fértil, debido a la menstruación.
La anemia ferropénica, derivada de la falta de hierro se puede detectar con facilidad, y es que los síntomas habituales son el cansancio, tener fatiga al levantarse, recuperación lenta después del ejercicio, falta de color en la piel que se traduce en palidez, ligera depresión, dificultades para conciliar el sueño, taquicardias, sueño excesivo, nerviosismo...
A pesar de ser un trastorno habitual en muchos corredores, en la mayoría de las ocasiones se pueden sufrir los síntomas de anemia sin padecerla realmente, y es que muchos deportistas tienen bajos niveles de hemogoblina en sangre pero no tienen realmente anemia, pues el hierro se encuentra alojado en las moléculas transportadas en los músculos.
Este tipo de trastornos puede evitarse si seguimos una alimentación adecuada rica en hierro, sobre todo si practicamos deporte. Son aconsejables alimentos que contengan grandes dosis de hierro como las carnes rojas, el hígado de cordero y pollo, las algas, la levadura de cerveza, los moluscos como almejas, berberechos, mejillones...
También podemos encontrar altas dosis de hierro en el atún rojo, las legumbres, el huevo... No hay que olvidar que en la asimilación del hierro por nuestro organismo tiene un papel muy importante la vitamina C que podemos encontrar en cítricos, kiwis... Es importante tomar estos alimentos para asimilar adecuadamente el hierro.
Pero antes de determinar si sufrimos o no falta de hierro por los síntomas que tenemos, debemos acudir a un médico, pues la anemia se detecta con un análisis de sangre. En este caso debemos tomar suplementos de hierro que tienen que ser recetados por un especialista. Nunca debemos automedicarnos en este caso.
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