Seguro que en alguna ocasión hemos visto a alguna persona o conocemos a alguien que su piel es roja y parece hinchada. En la mayoría de los casos lo solemos achacar a que se ha ruborizado esa persona o que tiene problemas con la bebida. Nada más lejos de la realidad. Existen muchos casos en los que este enrojecimiento se produce por una enfermedad llamada rosácea por la que la piel se vuelve roja y parece estar hinchada. Es un trastorno que tiene tratamiento y por ello vamos a dar algunos consejos para mejorar su estado.
La rosácea se produce en la mayoría de los casos en mujeres que padecen o están a punto de padecer la menopausia. Se debe a una serie de desajustes del organismo que aprovechan los microorganismos causantes de esta enfermedad para manifestarse de este modo. En la mayoría de los casos el tratamiento que se sigue es el que está prescrito por el médico especialista que se basa en la ingesta de antibióticos seguido de la aplicación de cremas en la zona afectada para mejorar su aspecto. Pero a pesar de esto podemos ayudarnos con remedios naturales.
Para tratar la rosácea de forma natural utilizaremos una serie de hierbas naturales con características antiinflamatorias para acabar con el hinchazón que se produce en la parte afectada, así como plantas antimicrobianas que acaben con los microorganismo que causan este trastorno y que se aprovechan de las debilidades cutáneas para manifestarse de este modo. Por este motivo os recomendamos la aplicación de olivo, concretamente el aceite de oliva que aplicaremos en forma de masajes sobre la zona afectada. El vinagre de manzana es recomendable también para limpiar la cara y la parte afectad antes de acostarnos y así eliminar cualquier residuo que propicie la aparición de la rosácea.
La manzanilla es otro buen remedio para ayudarnos a acabar con la inflamación que causa la rosácea, así como acabar con posibles infecciones que se producen. La forma de aplicarla será a través de masajes directos en la piel. Junto a estos tratamientos externos no debemos olvidar el aporte de ayuda interna, y es que seguir una correcta alimentación es fundamental. Una serie de nutrientes que no deben de faltar en nuestra dieta son las vitaminas, concretamente la vitamina B y la C, ambas ayudan a disminuir los efectos de la rosácea desde dentro y mejoran el estado de la piel.
Es importante que para evitar que la rosácea empeore sigamos una dieta basada en la ingesta de alimentos de origen natural como verduras, frutas, pescados... Esto nos ayudará a mantener el organismo depurado y libre de toxinas. Junto a esto es importante evitar algunos alimentos como el uso excesivo de condimentos culinarios, alimentos ácidos, Los cereales integrales, los quesos fermentados, el alcohol, el café o cualquier otro tipo de estimulante, así como el tabaco.
Vía | Botanical-online
Imagen | Todosalud
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