Esta conclusión se ha desprendido de un estudio en el que han encontrado una relación directa entre la limpieza y el asma, viéndose también en otros estudios como los dos tercios de la población asmática tienen trabajos relacionados con la limpieza.
Y esque parece ser que el uso de aerosoles y aromatizantes del ambiente elevan el riesgo de desarrollar asma en adultos. Según los investigadores del American Journal of Respiratory and Critical Care Medicine la exposición a estos tipos de productos de limpieza, aunque sea una vez por semana, representa uno de cada siete casos de asma.
Por tanto el uso de aerosoles del hogar constituye un factor de riesgo en el desarrollo de asma en adultos y la frecuencia de limpieza y variedad del uso de aerosoles eleva el riesgo de padecer asma.
Aunque no se ha determinado con exactitud el mecanismo biológico que hace que se desarrolle el asma parece que la prevención y el uso de otro tipo de productos es lo más conveniente a la hora de limpiar, sobre todo en caso de personas adultas.
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