Una piel sana y en perfecto estado es el sueño de muchas personas que durante años han padecido irregularidades e infecciones ocasionadas por el acné. Esta enfermedad en la piel es algo muy común entre los adolescentes debido a los cambios hormonales que experimenta el cuerpo. Pero no son los únicos que lo padecen, sino que muchas personas adultas tienen que sufrir esta enfermedad. Por ello, y para conocerla mejor vamos a ver algunos de los motivos por los que se origina.
El acné se caracteriza por pequeñas infecciones en los poros de la piel que acaban supurando y generando los conocidos como granos. Por norma general tendemos a rascarlos y reventar los granos, algo que hace que el mal se extienda más y nos veamos aún más afectados por este mal. Hay muchos tipos de acné, pero todos ellos se caracterizan por ser molestos y en muchos casos dejar marcas tanto físicas como psicológicas en las personas afectadas.
La alimentación
Habitualmente se ha achacado el acné a la alimentación. El chocolate, el abuso de azúcares, el exceso de grasas… son algunos de los motivos por los que se ha creído desde años que aparecía el acné en nuestra piel. Es cierto que mejorar la alimentación y hacerla más saludable es una buena manera de comenzar a cuidar más la piel y evitar afecciones como el acné, pero no es sólo el detonante de este mal.
Cambios hormonales
Uno de los principales desencadenantes del acné son los cambios hormonales que experimenta nuestro organismo a lo largo de la vida. No siempre tienen que derivar en esta enfermedad, pero muchas veces sí que lo hace y de una manera violenta. Pero no sólo se producen estos cambios en la adolescencia, sino que a lo largo de los años pueden aparecer en cualquier momento como un embarazo, una enfermedad concreta… Por lo que no es una enfermedad solo de adolescentes.
El estrés
El estrés y el ajetreo de la vida cotidiana es otra de las causas que se barajan como detonante de este mal. Pero no solo el estrés es el origen del acné, sino que algunas enfermedades de la piel se manifiestan de esta manera, produciendo infecciones en los poros y provocando pequeñas erupciones.
Falta de higiene
La falta de higiene y de cuidado de la piel puede ser otra de las causas por las que aparece el acné, y es que es importante que la piel esté limpia en todo momento, y para ello es necesario que mantengamos una correcta higiene con productos suaves que respeten el ph de la piel. A esto debemos sumarle realizar exfoliaciones periódicas, pues las células muertas de la piel se acumulan y acaban por obstruir los poros y provocando episodios de acné.
Bacterias
La acumulación de bacterias en la piel es otra de las causas. Estas bacterias pueden estar provocadas por tocarnos demasiado la cara con las manos sucias o hurgarnos en la piel del rostro sin tenerlo limpio. Es importante que siempre que nos toquemos en la cara lo hagamos con las manos limpias para evitar transmitir bacterias a la piel de la cara que pueden ser las causantes del tan temido acné. Es necesario que nos aprendamos esto, pues la prevención es esencial si queremos evitar que nuestra piel se vea afectada.
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