Si bien ayer hablábamos de la utilidad del ejercicio físico para enfermos de cáncer, hoy lo hacemos para otro gran grupo de la población: Los diabéticos.
La diabetes es un trastorno por el cual el organismo ni digiere ni transforma correctamente la glucosa en energía, por lo que se mantiene en concentraciones mayores a las habituales en la sangre. Esta circunstancia además perjudica al metabolismo de los otros hidratos de carbono, además de lípidos y proteínas.
Tal y como anotamos ayer, desde Vitónica apostamos por la actividad física controlada como uno de los mejores métodos de prevención y, si no como cura, si para mantener las enfermedades a raya.
¿Qué beneficios obtendrá un diabético del ejercicio físico?
*Mejora de la autoestima y mayor integración con individuos sin patologías. *Disminución de los índices glucémicos e insulinémicos antes y después del ejercicio. *Menor necesidad de fármacos. *Mejora de la sensibilidad a la insulina. *Control de la tensión arterial. *Reducción de sobrepeso.
Siempre recomendamos el ejercicio bajo prescripción médica y sobre todo evitando ciertas conductas que puedan resultar perjudiciales para el enfermo, como la entrada en vías metabólicas anaeróbicas, por lo que es recomendable trabajar sobre un 70-85% de la capacidad máxima.