El buen tiempo del verano (y más con el caluroso verano que estamos padeciendo), suele aprovecharse para practicar actividades al aire libre, gracias a mayor horas de luz y, en ocasiones, a las vacaciones del trabajo o los estudios.
Sin duda esto es saludable, pero puede haber riesgos si no se tienen las precauciones adecuadas. Por ello hacemos un repaso de consejos para prevenir lesiones en actividades nuevas o diferentes que suelen tener lugar en verano:
- En la playa y piscina, evita riesgos innecesarios. Cada año se hacen campañas para advertir de los riesgos de lanzarse al agua en playas o piscinas sin medir bien la distancia ni las consecuencias. Por desgracia se siguen produciendo lesiones, graves en algunos casos. También se producen ahogamientos, bien por descuidos, o por temeridad. Vigilar siempre a los niños y realizar actividades de cierto riesgo acompañados y tomando las máximas precauciones es algo que nunca se debe olvidar.
- Además de los daños en la piel, las quemaduras solares sabemos que son cancerígenas, además de acelerar el envejecimiento de la piel y provocar la aparición de manchas. Por ello es importante conocer mitos extendidos sobre tomar el sol y conocer el etiquetado y uso correcto de las cremas solares.
- Con mucho calor no hay por qué parar de hacer ejercicio, pero hay que ser inteligente y no tomar riesgos innecesarios. El golpe de calor es una realidad, y puede afectar a deportistas profesionales, triatletas, personas mayores que pasean o también a cualquiera que haga una actividad física a pleno sol. Recomendaciones como evitar las horas de más calor, cuidar la hidratación, bajar el tiempo de entrenamiento y la intensidad... Son de sentido común, pero todavía se siguen produciendo muertes de personas que hacen ejercicio y sufren golpe de calor. En nuestras manos está prevenirlo.
- Es bueno aprovechar el tiempo de ocio para probar nuevas actividades que no hagas habitualmente: submarinismo, voley-playa, windsurf, incluso iniciarse en el mundo del running... Pero una persona sedentaria que, de pronto, comienza a hacer ejercicio, debe tener precauciones, por esporádico que sea. Pasar de cero a cien puede implicar un alto riesgo de lesión.
- Si no puedes ir al gimnasio, puedes continuar tu entrenamiento, o hacer ejercicios de mantenimiento, con muy poco material. Imaginación y ganas es lo más importante. Puedes aprovechar para hacer ejercicio al aire libre, en la playa, en la habitación de tu hotel de vacaciones... Hay muchos ejemplos de rutinas de ejercicio en casa, que te servirán para mantener la forma sin tener que interrumpir tu ritmo de descanso vacacional.
- Cuidar la alimentación puede ser delicioso si sabes buscar alimentos refrescantes, nutritivos y sabrosos, huyendo un poco de tantos fritos y comidas descontroladas que se suelen hacer en verano. Incluso puedes convertir la barbacoa en algo un poco más saludable.
- Actividades sociales que no tienen por qué quedarse en cenas, almuerzos, tapeos de chiringuito... Es un tiempo excepcional para practicar actividades al aire libre en grupo y disfrutar de una forma divertida del ejercicio: paseos en bicicleta, senderismo, baile, cualquier excusa es buena para disfrutar en grupo.
En definitiva, las mismas pautas de cuidados de la salud y huida del sedentarismo que debemos realizar todo el año, pero adaptándolo a las circunstancias propias del verano.
Y vosotros ¿Qué consejos podéis dar para disfrutar de un verano saludable y divertido?
Imagen | Pixabay (libre de derechos)
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