Cambiar nuestro estilo de vida de sedentario a activo, dedicando tiempo a la práctica de ejercicio físico y deporte logra no solo cambiar nuestro cuerpo, sino también mejorar nuestra salud. Lo sabemos y queremos cambiar y comenzar a ser más activos, pero tenemos unos horarios laborales que cumplir y a veces es complicado decidir si hacer deporte antes, después, o incluso durante las horas de trabajo.
Esta decisión dependerá en parte, de nuestra disponibilidad horaria, nuestro tipo de trabajo y de cómo nos sintamos con respecto a la idea de madrugar. Pero también puede depender de lo que nos aporte el ejercicio físico en cada momento. Por ello, para facilitaros la elección en base a vuestras necesidades, compartimos con vosotros los beneficios que tiene entrenar antes, durante o después del trabajo.
Beneficios de entrenar antes del trabajo
Entrenar antes de ir al trabajo significa, en la mayoría de los casos, madrugar más de lo habitual. Para algunas personas esto puede suponer directamente un punto negativo a esta práctica, pero la realidad es que las ventajas pueden convencernos para que superemos ese primer rechazo y nos lancemos a la práctica deportiva bien temprano.
Realizar deporte por la mañana antes de entrar a trabajar nos ayuda a activar tanto nuestro cuerpo como nuestra mente. Esto no solo nos beneficiará en ese momento, sino que nos ayudará a rendir más en nuestro trabajo. El motivo es que al hacer deporte liberamos endorfinas que no solo nos ayudan a estar más activos, sino también a ser más resolutivos ante las tareas del día a día.
Otra de las ventajas que tiene es que, aunque suponga llegar al final del día algo más cansados o que adelantemos la hora de dormir, también nos ayudará a dormir más y descansar mejor.
Los beneficios de entrenar durante la jornada de trabajo
Una opción que algunas personas utilizan - especialmente si tienen un gimnasio cerca y tiempo de sobra para comer - es la de salir a entrenar en el horario de comida. De esa manera aprovechan ese ratito del día para ponerse al día con su rutina de ejercicios. Este tipo de entrenamiento puede ser una forma inteligente de aprovechar el tiempo para aquellos que empiezan temprano y salen tarde, pero tienen tiempo libre entre la jornada de mañana y la de tarde.
Uno de los principales beneficios de entrenar a esta hora es que nos ayudaría a acelerar nuestro metabolismo. Si, además, retrasamos la comida hasta después del entrenamiento en vez de hacerla antes, la podemos utilizar como recompensa a nuestro esfuerzo. De esta manera también reforzaremos la motivación.
No solo eso, sino que realizar deporte en esa hora puede ser una manera de conseguir que el día de trabajo no se haga tan largo, ya que nos ayuda a sentirnos productivos y a desconectar del trabajo durante un rato.
Beneficios de entrenar después del trabajo
Si decidimos entrenar después del trabajo, debemos asegurarnos de que nos queda tiempo suficiente entre la hora de finalización del entreno y la de irnos a dormir. De no ser así, es posible que lleguemos a la cama demasiado activados y esto afecte a la calidad de nuestro sueño.
Es posible que entrenarnos a esta hora nos cueste más porque disponemos de menos energía, pero también cuenta con algunos beneficios. Practicar ejercicio al terminar la jornada puede facilitarnos que lleguemos a casa más relajados, además de más despejados después del día de trabajo. Además, siempre que nos aseguremos de no llegar demasiado activados a la hora de dormir, hacer deporte después de trabajar nos ayudará a descansar mejor.
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