Acudir al gimnasio a practicar deporte es una actividad social en toda regla. Es cierto que la principal función es la de ejercitar el cuerpo y ponerlo a trabajar, pero a pesar de todo el gimnasio es un lugar en el que compartimos tiempo y espacio con otras personas, por lo que también la práctica deportiva se convierte en un momento de socialización en el que interactuamos con otras personas, y las cuales pueden llegar a influir mucho en nuestra forma de afrontar el ejercicio. Por ello vamos a ver los principales momentos en los que los demás intervienen en nuestro entrenamiento.
La forma más habitual en la que la opinión de los demás nos influye es cuando estamos realizando un entrenamiento con un determinado peso que nosotros creemos adecuado para nuestra forma física y nuestro estado. Pero muchas veces la insistencia de los demás en que es poca carga, y que lo mejor es aumentarla, solemos caer. En la mayoría de los casos, el miedo al ridículo nos hace cargarnos con más peso del que realmente podemos, algo que puede pasarnos factura a la larga o acabar en lesión.
Otra forma en la que la opinión de los demás interviene en el entrenamiento es en el tipo de actividades que elegimos para llevar a cabo en el gimnasio. Por norma general solemos a asociar cierto tipo de ejercicio con hombres por considerarlos más afines, y otros para mujeres al ser más suaves y centrarse más en la tonificación. Esto hace que muchas veces no elijamos actividades aeróbicas como el step o el aerobic, que siempre asociamos con mujeres, cuando realmente se trata de un ejercicio completo con el que tanto hombres como mujeres podemos mejorar nuestra forma física de manera progresiva.
La manera de equiparnos para hacer deporte es otro punto en el que tiene mucho que ver la opinión de los demás, y es que siempre queremos proyectar una buena imagen para con el resto, por ello en muchas ocasiones acudimos al gimnasio con la ropa menos indicada para el entrenamiento, y con la que nos resulta menos cómoda, ya que solo nos fijamos en las modas. Lo mismo sucede con el calzado, debemos utilizar solamente aquel que se ajuste y se adapte a las necesidades de la actividad realizada. Nunca debe primar la apariencia física y estética frente a la comodidad corporal y a las necesidades que éste requiere.
Los complementos también son necesarios a la hora de hacer deporte, y por ello hay muchas personas que necesitan usar guantes y no lo hacen por el qué dirán, lo mismo que otras no utilizan toallas para empapar el sudor o no beben agua mientras entrenan. Estas cosas nunca las debemos hacer simplemente por lo que piense el resto, sino porque nuestro cuerpo lo necesita y nosotros debemos darle lo que realmente quiere.
Imagen | Old Shoe Woman
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