Muchas personas se preguntan, sobre todo cuando empiezan a entrenar, si es mejor realizar un entrenamiento intenso y consumir mucha cantidad de calorías o hacer un ejercicio suave e ir perdiendo poco a poco.
Un estudio realizado por la cardióloga Matthew Nayor junto con otras personas que configuran su equipo de la Facultad de Medicina de la Universidad de Boston, decidieron investigar hasta que punto un ejercicio intenso puede poner en riesgo la salud de una persona, y comparar cuál de los dos tipos de ejercicio mejora más el estado de salud de una persona.
Cuáles son las diferencias entre suave y moderado o intenso
Al estar comparando estos dos tipos de ejercicios, es importante diferenciar entre una actividad física suave, a una moderada o incluso intensa. Para ello, la doctora y sus investigadores usaron los pasos por minuto para medir la intensidad de un ejercicio.
En el caso de un ejercicio suave o un esfuerzo de bajo nivel, se deberían hacer entre a 60 a 99 pasos por minuto, en el caso de un ejercicio moderado entre 100 y 129 pasos por minuto y, por último, se deberían hacer más de 130 pasos por minuto para que un ejercicio físico sea intenso.
Qué es el efecto memoria y qué importancia tiene
Nuestro cuerpo tiene efecto memoria, con lo cual una persona que ya hecho actividad físico toda su vida y tiene un tiempo de parón debido a circunstancias externas o personales, cuando vuelve a recuperar la actividad física le será más fácil recuperar el nivel que tenía anteriormente.
Esto es importante ya que, en el estudio se observó que las personas que realizaban ejercicios de intensidad moderada o elevada tenían una mayor condición física, independientemente de cuánto tiempo mantenían un estado sedentario, ya que recuperarse es más fácil.
En cambio, una persona que no ha realizado ninguna actividad o una actividad de intensidad leve, el efecto negativo del sedentarismo era más incidente, pues se demostró que éste tiene un estado negativo sobre la persona que se puede compensar realizando un ejercicio con una intensidad más elevada.
Cuáles son las conclusiones del estudio
Después de realizar una investigación con una muestra de 2.000 personas cogiendo como referencia el Framingham Heart Study, se demostró que un ejercicio considerado moderado o intenso, que equivale a 100-129 pasos por minuto en el moderado y más de 130 pasos por minuto en el intenso, aumenta la condición física prácticamente tres veces más que una caminata, que se considera un ejercicio de intensidad suave.
Además, se demostró que un ejercicio vigoroso reducía la incidencia de riesgo cardiovascular y está asociado con una mayor aptitud objetiva. Es más, los individuos que realizaban pasos más altos mostraron valores de consumo máximo de oxígeno por encima del promedio, cosa que nos indica que mejoraron también su capacidad pulmonar y su recuperación.
Concluye también que el hecho de que la caminata no tenga tanta incidencia en la condición física no significa que debamos seguir siendo esclavos del sedentarismo. Es por ello que las caminatas son muy buenas para personas que por orden médica no pueden realizar ejercicio físico moderado o intenso.
Pero, la doctora insiste que si tu objetivo es mejorar tu condición física y frenar en cierto modo el envejecimiento es más efectivo que realices un ejercicio de intensidad moderada que de intensidad baja, porqué tal y como hemos comentado anteriormente es tres veces más eficiente que realizar una paseo largo.
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