Sabemos que el ejercicio tiene innumerables beneficios. Entre otros, el entrenamieno con cargas y el ejercicio aeróbico alteran las hormonas e intermediarios químicos que regulan el apetito.
Durante la restricción calórica, como por ejemplo durante una dieta o entre comidas, la GUT secreta un químico denominado grelina. Esta es una hormona que activa el metabolismo lipídico, la formación de radicales libres e incrementa la actividad de desacoplamiento de las proteinas en las celulas del hipotálamo, el cual desencadena la sensación de hambre.
Este proceso activa una variedad de rutas metabolicas reguladoras del apetito en el cerebro que incrementan la ingesta de alimentos y disminuyen el metabolismo. La GUT libera partículas que apagan la sensación de hambre y promueven la saciedad. Estas moléculas son el péptido YY, el polipéptido pancreático, el peptido 1 tipo glucagón y la oxytomodulina.
Un estudio de la Universidad de Loughborough en Grab Bretañana mostró que se disminuía la grelina y aumentaba el peptido YY durante el entrenamiento con cargas y el ejercicio aeróbico. Pero los cambios fueron mayores con el ejercicio aerobico.
Se puede concluir con los resultados de este estudio que el ejercicio es determinante en la pérdida de peso, al margen de su contribución al déficit energético por si mismo, también debido a que podría ayudar en la modulación del apetito contribuyendo a conseguir un mayor control energético.
No obstante, es necesario compararlo con otros estudios de la misma temática para llegar a una conclusión tajante.
Referencia I American Journal of Physiology (Regul Integr Comp Physiol), 296: R29-R35, 2009