El ejercicio de elevaciones laterales son probablemente el mejor ejercicio que tenemos a nuestra disposición para entrenar el deltoides lateral, ya que es el movimiento primordial del cual se encarga esta porción del deltoides, es decir, abducir el brazo, separarlo del cuerpo.
En este artículo te explicamos lo que debes saber sobre las elevaciones laterales para sacarles el máximo partido y para lograr un movimiento de calidad.
La importancia de trabajar en el plano escapular
Este es probablemente el consejo que menos se suele escuchar en las salas de musculación.
La articulación del hombro forma parte de lo que se conoce como cintura escapular, es decir, la articulación del hombro está unida a la de las escápulas y estas se mueven en lo que se conoce como plano escapular.
Plano escapular quiere decir que las escápulas están orientadas en un ángulo ligeramente oblicuo a la hora de deslizarse sobre las costillas por lo que biomecánicamente hablando lo correcto es realizar las elevaciones laterales en este plano escapular.
En el vídeo podemos ver la trayectoria de brazo dentro de este plano escapular (ligeramente adelantado).
Piensa en lanzar las mancuernas lejos de ti hacia ambos lados de tu cuerpo
Este es un consejo que puede venirte genial a la hora de sentir mejor el trabajo en el deltoides lateral.
Aunque desde fuera el movimiento se vea prácticamente igual, el hecho de que tú pienses en una acción o en otra a la hora de elevar el brazo puede suponer la diferencia entre un estímulo de calidad o mediocre.
De esta manera no debes pensar en elevar los brazos hacia el techo, debes pensar en lanzar las mancuernas lejos de ti, como si fuera un movimiento en parábola. Este tipo de pensamientos son muy útiles a nivel psicomotor ya que pueden cambiar ligeramente el patrón de activación de un músculo, aunque el músculo en cuestión esté trabajando igual.
Procura que el hombro, el codo y la muñeca permanezcan paralelos entre si
Por último debemos comentar uno de los errores más comunes a la hora de realizar elevaciones laterales.
El error en cuestión sucede cuando a la hora de realizar el movimiento dejamos que nuestro codo quede por debajo de nuestras muñecas o de nuestros hombros. Esto implica una rotación externa del húmero y suele suceder por usar demasiado peso.
También, aunque lo anterior no suceda, es común que nuestras muñecas queden flexionadas durante el movimiento, es decir, caídas. Esto suele suceder por falta de conocimiento de la técnica correcta por lo que simplemente procura que la muñeca esté en una posición neutra.
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