Normalmente, cuando se realiza entrenamiento de fuerza, sobre todo, con el objetivo de pérdida de grasa corporal, se suelen realizar largas sesiones de cardio con el fin de aumentar la oxidación de los ácidos grasos que almacenamos. Aun así, ¿es necesario tener que hacer cardio o se puede únicamente con las pesas?
El entrenamiento cardiovascular aporta una gran cantidad de beneficios para la salud, pero ese no es el tema ahora mismo. Aquí os vamos a explicar su papel sobre la pérdida de grasa y si es necesario o no.
Para ello, también es necesario distinguir entre dos tipos de personas, según su porcentaje de grasa corporal. En el primer tipo, están las personas que tienen poca grasa corporal como por ejemplo, los hombres con un 10-12% de grasa corporal o menos y las mujeres con un 19-21% o menos. Estas personas se fatigarán muchísimo antes porque serán más sensibles a las adaptaciones negativas de un déficit calórico.
Si estas personas se fatigan más de la cuenta, lo cual es bastante probable, si metemos cardio de alta intensidad, su rendimiento en los entrenamiento de fuerza caerán y esto les hará más vulnerables a sufrir algunos problemas como la pérdida de masa muscular. Entonces, por lo general, tienen más sentido que las personas que tienen poca grasa, realicen actividad física de baja intensidad de larga duración como, por ejemplo, un paseo prolongado.
Aunque se quemen menos calorías por unidad de tiempo, la fatiga se reducirá y se equiparará con las calorías quemadas, o sea, la desventaja es que aumenta el tiempo que se necesita para quemar las mismas calorías, pero la ventaja es que se consiguen niveles más bajos de fatiga que a la larga vienen muy bien para hacer más tolerable el déficit calórica y para evitar en la medida de lo posible, que caiga el rendimiento en los entrenamientos de fuerza.
Si el porcentaje de grasa corporal es mayor, se puede introducir el cardio en los entrenamientos sin ningún problema, siempre y cuando, no genere una fatiga excesiva.
¿Debes hacer cardio?
La respuesta es no. Pero, ¿se puede hacer?. La respuesta es sí, sobre todo si se tiene una gran porcentaje de grasa corporal. Insistimos también en que el cardio no es solo para perder grasa, sino que puede mejorar.
Pero de cara de perder grasa, lo importante es si haces cardio o no, lo importante es que haya un déficit calórico o balance energético negativo, es decir, que gastes más calorías de las que ingieres, independientemente de si esto ocurre por un aumento de la actividad físico o por un recorte calórico en tu dieta.
El cardio no es estrictamente necesario, de la misma manera que tampoco lo es el entrenamiento de fuerza, aunque sí es verdad que este último, es una mejor herramienta con el fin de mejorar la composición corporal y mejorar la salud.
Por último, una duda muy habitual es si es mejor conseguir un balance negativo a base de ejercicio físico o dieta, y la respuesta es que es mejor una caloría quemada, que una caloría no consumida. Y hay 3 motivos:
- Las calorías de las comidas suelen ir acompañadas de vitaminas y minerales que tu cuerpo es incapaz de sintetizar por sí misma, y que se obtienen a través de la alimentación.
- Es mucho más fácil tolerar una dieta hipocalórica de 2.500 kcal que una de 2.000 kcal, independientemente de que el déficit calórica sea el mismo en ambos casos, porque las 2.500 kcal permitirán incluir mayor volumen de alimento y la sensación de hambre será menor.
- El ejercicio tiene muchos beneficios para tu salud, así que no tiene sentido que te prives de hacerlo.
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