Hace unas semanas os hablábamos de los errores que se pueden tener a la hora de definir que no suelen tenerse mucho en cuenta ya que si uno cree que con entrenar cinco días a la semana, controlar el cardio al máximo y realizar una dieta equilibrada baja en grasa y controlando los hidratos es suficiente.
Decíamos que muchas veces se cree que es la genética la que nos impide avanzar hasta una buena definición, y si bien es cierto que en ocasiones esta nos pone la zancadilla, a veces tenemos errores como el trabajar con un peso liviano, realizar demasiado tiempo cardiovascular y entrenar poco las pesas o realizar un entrenamiento mal creado.
En esa segunda entrada os vamos a poner un ejemplo de cada uno de los errores que hemos enunciado antes y que explicamos en la primera entrada de este artículo con el fin de intentar ver el caso erróneo y el caso correcto, y así poder tener más claro si nosotros cometemos alguno de los tres errores comentados: