Las claves para realizar la postura de la cobra de Yoga de manera perfecta

Bhujangasana o la postura de la cobra es una de las asanas más utilizadas en las sesiones de Yoga. Consiste en una extensión de la columna y consiguiente estiramiento de la musculatura de la zona del abdomen, y suele utilizarse combinada con la postura del niño o Balasana por tratarse de posturas complementarias.

Se trata de una asana muy común que emula la posición de una cobra que se levanta desde el suelo. Puede sernos muy útil a la hora de elongar nuestra espalda, de fortalecer los músculos de la misma y de los brazos siempre y cuando la realicemos con la técnica correcta.

Allá van las claves para realizar de manera perfecta la postura de la cobra de Yoga.

  • Las palmas de las manos están firmemente apoyadas en el suelo, justo debajo de los hombros, y los codos están pegados al cuerpo: colocar las manos en la posición correcta en la posición de partida es importante a la hora de conseguir una buena técnica en esta postura. No debemos alejar las manos ni los codos del cuerpo, sino que podemos pensar que las manos son "los vecinos de abajo" de los hombros, y los codos deben mantenerse a los lados de las costillas. Evidentemente, al levantar el tronco inevitablemente las manos quedan un poco por delante de los hombros, pero en la posición de partida deben colocarse justo debajo de ellos.

  • Los hombros deben mantenerse atrás y abajo y la cabeza mirado al frente: un error muy habitual es llevar los hombros "de pendientes", pegados a las orejas. En el momento en que nos incorporamos en la postura de la cobra, debemos pensar en llevar los hombros atrás y abajo, de modo que la musculatura de la espalda se encuentre activada y que sea ella la responsable de levantar la zona del tronco mientras elongamos la columna.

  • La cabeza mira hacia el frente, el cuello no se arquea hacia atrás: es frecuente confundir la postura de la cobra con la del perro boca arriba. En la cobra, la porción cervical de la columna se encuentra alineada con la zona torácica, para lo cual dirigiremos nuestra mirada hacia el frente.

  • La cadera está apoyada en el suelo y la musculatura de piernas y glúteos se encuentra activada: no dejamos caer el peso sobre los brazos, sino que este se encuentra repartido entre brazos y piernas. La cadera se mantiene apoyada en el suelo, los empeines de nuestros pies están estirados y presionamos con ellos contra la colchoneta para activar así la musculatura de las piernas.

Con estas indicaciones ya puedes realizar la postura de la cobra de forma correcta. Recuerda inspirar el extender la columna para facilitar el movimiento.

Imagen | iStock
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