Lesiones deportivas: la importancia de la readaptación al esfuerzo

En la actividad deportiva, como profesionales o como aficionados, ocurren una serie de lesiones de diversa consideración. En algunos casos necesitarán de un tratamiento, tanto médico, como de fisioterapia y otros profesionales sanitarios y de otros campos (enfermería, podología, entrenadores...). Sin embargo, al recuperarse de la lesión, no hay que olvidar la importancia de la readaptación al esfuerzo en deportistas.

Esto no es más que preparar a la persona una vez que se ha recuperado de su lesión; es decir, ya no hay dolor, o se ha reducido de forma considerable, al igual que la inestabilidad, falta de fuerza... Pero la persona necesita un entrenamiento específico para preparar a su cuerpo, en especial a la zona lesionada, para volver a realizar esfuerzo como el que supone la actividad deportiva.

¿En qué consiste la readaptación al esfuerzo después de una lesión?

Con readaptación al esfuerzo me refiero al entrenamiento específico, adaptado a las necesidades de la persona, para volver a realizar la actividad física o ejercicio que necesite.

Y lo separo, hablando de actividad y ejercicio físico, porque la readaptación es importante (fundamental diría yo) en deportistas, después de una lesión, para asegurar la buena recuperación y, sobre todo, para prevenir lesiones similares y recaídas.

Sin embargo no deja de ser importante en otro tipo de lesiones, pues la readaptación lo que busca es preparar a la persona para el esfuerzo físico que va a desarrollar, para que la zona lesionada esté protegida frente a agresiones similares a las que provocaron la lesión.

En el vídeo vemos un ejemplo de readaptación deportiva para un futbolista que ha sufrido una lesión de LCA. La readaptación se realiza en las últimas fases del tratamiento, para preparar al jugador para que sepa responder a los esfuerzos específicos que va a sufrir en la actividad deportiva.

Efectivamente, la readaptación está muy relacionada con el entrenamiento de tipo propioceptivo, donde, además de entrenar fuerza muscular, lo que se busca es mejorar la respuesta del organismo a estímulos diversos como pisar sobre diferentes superficies, trabajar con planos inclinados o inestables, trabajar con ojos abiertos/cerrados, apoyo sobre un solo pie...

Readaptación: no solo en deportistas

Pero si en vez de un deportista federado eres una persona que hace ejercicio de forma amateur, ocasional, o bien te has hecho una lesión en una actividad diferente al ejercicio físico (en el trabajo, o una caída en casa...) también es importante la readaptación al esfuerzo, para garantizar la buena recuperación y menor riesgo de volver a sufrir una lesión.

Lesiones de espalda (dolor, contractura...), lesiones del tendón (por esfuerzo en profesiones como jardineros, o tareas del hogar...), o personas que se lesionan haciendo ejercicio de forma ocasional (aquel al que le gusta esquiar pero solo hace este ejercicio un par de semanas al año) deben tener en cuenta que la recuperación no termina cuando ya no duele o hay movilidad, sino que trabajar la readaptación al esfuerzo ayuda a prevenir lesiones similares y poder afrontar la actividad que provocó la lesión con menor riesgo. ¿Importante, verdad?

Por ello hago este llamamiento a no olvidar este tipo de entrenamiento después de sufrir una lesión, sobre todo si es haciendo ejercicio físico o deporte, pero también en otras lesiones óseas-musculares-tendinosas que pueden ocurrir en contextos diferentes al deportivo.

Imagen | Pixabay

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