La postura del pez de Yoga o Matsyasana es una de las asanas básicas de extensión de columna hacia atrás y de semi-inversión (el corazón queda por encima de la cabeza) que podemos llevar a cabo en las sesiones de esta disciplina. A través de esta postura podemos abrir bien toda la parte del pecho, trabajar la movilidad de nuestra columna y nos ayuda a corregir la posición de los hombros echados hacia adelante y cuello adelantado, tan común en nuestro día a día.
Para que puedas hacerla de forma correcta y sin riesgos te enseñamos a llevarla a cabo paso a paso. Así es como puedes hacer (y modificar) la postura del pez de Yoga.
La técnica de la postura del pez de Yoga
Comenzamos tumbados boca arriba, con las piernas estiradas y juntas y los brazos estirados a ambos lados del cuerpo. En una variante de esta postura se pueden colocar las manos extendidas debajo de los glúteos; podemos elegir cualquiera de las dos variantes en la que nos encontremos más cómodos.
Desde esta posición comenzamos a elevar el pecho hacia el techo: la sensación debe ser la de empujar con el esternón hacia arriba. Al mismo tiempo que vamos elevando el pecho, la parte superior de nuestros brazos y nuestros hombros también se van levantando, mientras que los antebrazos siguen apoyados en el suelo y los codos siguen pegados a los costados, sin abrirse hacia los lados.
Seguimos arqueando la espalda hasta que nuestra coronilla queda apoyada en la colchoneta: en este momento nuestro tren inferior (incluidos los glúteos), los antebrazos y la coronilla son las partes del cuerpo que se encuentran en contacto con el suelo. Dirigimos nuestra mirada hacia la colchoneta por encima de la cabeza y mantenemos la postura entre 30 y 45 segundos.
Modificaciones en la postura del pez de Yoga
Aunque se trata de una postura básica, muchas personas no tienen la movilidad necesaria en la columna para poder llevarla a cabo. En estos casos es ideal echar mano de la ayuda de los bloques de espuma o de madera para Yoga, que podemos colocar debajo de la espalda para conseguir así un mayor apoyo.
Si lo que buscamos es modificar la postura del pez de Yoga para ganar algo de dificultad, podemos hacer una variante que consiste en realizar la misma asana pero con las piernas cruzadas y ligeramente flexionadas y apoyando solamente la punta de los pies en el suelo. Al tener una superficie de apoyo menor, nos vemos obligados a una mayor activación de la musculatura del core para mantener la postura.
La postura del pez es la contrapartida de otras posturas como la de la vela o la postura del arado, que podemos ejecutar a continuación. Para descansar la espalda también podemos realizar Balasana o la postura del niño.
Imágenes | iStock
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