La memoria muscular: qué es y tres consejos para evitar perder masa muscular

Es posible que alguna vez hayas conseguido ganar masa muscular, hayas dejado de entrenar y hayas perdido esos resultados y hayas vuelto a entrenar, consiguiendo de nuevo esos resultados en mucho menos tiempo que la primera vez.

Qué es la memoria muscular

La memoria muscular sí existe realmente, tal y como plantea este estudio. Ocurre que, con el entrenamiento, las fibras musculares aumentan su tamaño y sus núcleos, los cuales se cree que pueden aumentar posteriormente el tamaño de las células musculares.

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El caso es que si dejamos de entrenar, es cierto que disminuye el tamaño de las fibras y también podríamos pensar que la cantidad de núcleos disminuyen, pero lo cierto es que los niveles de estos núcleos se mantienen porque parece que no disminuyen a medida que aumenta la atrofia muscular.

Estas fibras, que tienen una mayor cantidad de núcleos, crecen más rápido a medida que se ejercitan, y se puede decir que estos núcleos son un componente muy importante de la memoria muscular.

Se cree que esta memoria muscular podría durar mucho porque la nueva cantidad de mionúcleos podría permanecer aumentada quince años. Hasta se piensa que podría ser permanente.

En cualquier caso, se piensa que el aumento de los núcleos es algo que ocurre con menor frecuencia en ancianos, y este es otro de los motivos por los que se debería fomentar el entrenamiento de fuerza en edades tempranas.

Por otra parte, si durante una temporada tienes que dejar el entrenamiento por cualquier causa, te vamos a dar 3 consejos para reducir las pérdida de masa muscular que puedes experimentar.

  1. Mantén un consumo de proteína bastante alto, alrededor de 2 g/kg/día ya que si no estimulas la síntesis proteica con el entrenamiento, al menos vale la pena que lo hagas por medio de la dieta.
  2. Tu ingesta la calórica debería ser igual que tu gasto calórico porque un déficit calórico te puede hacer más propenso a la pérdida de masa muscular.
  3. Muévete todo lo posible. Si por alguna lesión debes renunciar al entrenamiento de fuerza, intenta movilizarte en la medida de lo posible ya que este movimiento reducirá la atrofia muscular que puedes sufrir.

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