Todos los que entrenan con pesas conocen esa sensación de congestión que a muchos les encanta y que, de hecho, buscan a toda costa
La sensación de congestión o de quemazón que sentimos al final de una serie o de un entrenamiento es una de esas en las que es difícil trazar una línea que distinga claramente lo que es placer y satisfacción y lo que es dolor.
Para muchas personas esa sensación ambigua, relacionada con niveles muy altos de esfuerzo es sumamente satisfactoria pero, ¿significa que hay que llegar a ella para hipertrofiar nuestros músculos?
En este artículo te explicamos lo que debes saber acerca de la congestión muscular y del estrés metabólico.
Lo que debes saber sobre la congestión muscular
La congestión muscular suele considerarse una forma de optimizar la hipertrofia muscular debido al aumento del fluido intracelular por la hiperemia reactiva. Nada más lejos. Esta hiperemia reactiva se refiere a un aumento temporal en el flujo sanguíneo que puede ocurrir cuando los músculos trabajan intensamente, sobre todo después de un alto número de repeticiones.
No obstante, la evidencia actual indica que la congestión no tiene efecto alguno en la hipertrofia muscular ya que independientemente de que haya congestión o no el mecanismo que provoca la hipertrofia es la tensión mecánica.
La tensión mecánica se consigue en las últimas repeticiones antes del fallo muscular independientemente de las repeticiones que se hagan en una serie. De esta manera podemos estimular la hipertrofia con cinco repeticiones o con quince, la diferencia es que con quince probablemente experimentemos congestión y con cinco no.
Sin embargo, aunque la tensión mecánica puede experimentarse perfectamente en presencia de congestión muscular, también hay que tener en cuenta que esta misma congestión aumenta nuestra percepción del esfuerzo ya que la sensación de quemazón, que no es otra que dolor, llega hasta nuestro sistema nervioso central, el cual actúa disminuyendo el reclutamiento de fibras musculares para tratar de reducir la fatiga experimentada.
Esta sensación de quemazón se produce debido a la acidez muscular que está teniendo lugar, la cual es detectada por unos canales llamados canales iónicos sensibles a ácidos. Estos canales son los mismos que se activan cuando nos pica un insecto, una medusa o una serpiente.
A modo de resumen quédate con lo siguiente: no busques la congestión muscular puesto que no es síntoma de buen estímulo ni garantía de crecimiento. Puedes experimentarla y eso no significará que estés alcanzado altos niveles de tensión mecánica si no estás cerca del fallo. No obstante, si resulta que sí estás cerca del fallo y experimentas congestión muscular, la fatiga que vas a generar comparado con hacer menos repeticiones, jugará en tu contra.
Bibliografía
Schoenfeld, B. (2010). The Mechanisms of Muscle Hypertrophy and Their Application to Resistance Training. Journal of Strength and Conditioning Research
Smith, R.C. et al. (1995). The role of metabolites in strength training. I. A comparison of eccentric and concentric contractions. European journal of applied physiology and occupational physiology. DOI: 10.1007/BF00240413
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Imágenes | Ryan Hoffman, Luke Witter
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