El invierno es una época del año en la que debido a sus cortos días y climatología adversa hace que nos encerremos en casa sin hacer nada, comiendo y descansando en el sofá. De repente te das cuenta de que llevas sin hacer ejercicio una eternidad.
Este comportamiento mamífero, en el caso de los osos, hace que lleguen a almacenar el 50% de su peso corporal en forma de grasa. No tan drásticamente pero seguimos un patrón parecido, y más en la sociedad de nuestros días, es muy habitual engordar mucho en navidad.
Hibernar en casa sumado a las numerosas y copiosas comidas navideñas y las largas horas de sueño es una bomba en toda regla, no hay prácticamente nada de actividad física. Hay que vigilar nuestros hábitos en esta temporada más que nunca.
Esta época del año tiene un efecto fisiológico en el organismo humano, debido al cambio hormonal, principalmente melatonina, que nos aletarga y hace que tengamos ganas de quedarnos en casa enrollados en la sabana viendo una película.
Pero existe un lugar donde esto cambia, donde hay luz y donde podemos ver a la adrenalina en el ambiente. Donde podemos entrar y empezar a ser activos, a utilizar nuestro cuerpo y no dejarlo sentado en el sofá, el gimnasio.
Da igual lo que hagas, cinta, bici, remo, musculación, estiramientos, natación... lo que quieras, pero hay que ir y evitar pasarnos las navidades en casa.
Imagen | Voxphoto
En Vitónica | Melatonina: culpable de aletargarnos en invierno