Está más que demostrado los increíbles beneficios que tiene el entrenamiento de fuerza sobre el organismo. A pesar de ello, a muchas personas no les gusta este tipo de entrenamiento, y es normal. No todos nos adaptamos a las mismas situaciones de la misma manera.
Por ello, en este artículo, os queremos contar cinco claves para que no te aburras entrenando.
Realiza entrenamientos fullbody
Es importante que le demos a nuestros músculos un estímulo con una frecuencia de dos a tres veces por semana, por lo que realizar entrenamientos fullbody lo hace una buena estrategia.
Si en lugar de realizar distintas rutinas como push-pull-leg, frecuencia dos, que se necesitaría ir seis veces por semana, hacemos una frecuencia dos o tres de una rutina fullbody en la que trabajemos todo nuestro cuerpo, no necesitaremos ir tanto al gimnasio y eso nos dará un poco de respiro.
Además, ir cambiando los distintos patrones de movimiento durante el entrenamiento, también se nos hará más agradable el entrenamiento.
Cambia de ejercicios
Podemos variar los ejercicios cada día si no tenemos un objetivo competitivo o de estética, y sí tenemos el objetivo de mejorar nuestra salud. Puede que repetir cada día los mismos ejercicios se nos pueda hacer pesado, por lo que sugerimos sustituirlos.
Por ejemplo, si el día uno hacemos un press banca y unas sentadillas, el día dos podríamos hacer un cruce de poleas y un peso muerto. Lo mismo podemos hacer con los ejercicios que sean para trabajar la espalda o el hombro.
Realiza cada día los ejercicios que más te gusten
De la misma manera que puede ser beneficioso a nivel psicológico cambiar los ejercicios, también puede serlo el hecho de mantener los ejercicios o patrones de movimientos que más nos gusten.
Por ejemplo, si nos gusta hacer elevaciones laterales, no tenemos por qué cambiar el ejercicio.
Realiza descansos más cortos
Hay veces que dependiendo del ejercicio y la intensidad con la que se trabaje, los descansos puedes ser superiores a los tres o cuatro minutos, y si encima no te gusta o te aburre el entrenamiento de fuerza, esto se puede hacer eterno, por lo que recomendamos trabajar a una intensidad elevada pero con menos peso para que, de esta manera, el descanso entre series sea menor.
Por ejemplo, en lugar de trabajar a seis u ocho repeticiones, donde el peso tiene que ser más elevado y un fallo de técnica puede ser lesivo, puedes trabajar hasta las 15-20 repeticiones y descansar un minuto o minuto y medio.
Monitoriza tu progreso
Aunque no se tenga objetivos de fuerza, estética, etc., cuando una persona realiza entrenamiento de fuerza, cambios va a haber por el simple hecho de que nuestro cuerpo se va a adaptar al estrés que se le aplica.
Por ello, ver que nuestro porcentaje de grasa ha disminuido, nuestra masa muscular ha aumentado o que nos sentimos más ágiles, nos dará una motivación extra para trabajar y seguir yendo a entrenar.
En Vitónica | Esta es la mejor forma de empezar a hacer sentadillas a partir de los 50 años
En Vitónica | El spining lleva años en nuestras vidas, pero ¿qué trabajamos realmente con esta actividad física?
Imágenes | iStock
Ver todos los comentarios en https://www.vitonica.com
VER 0 Comentario