En invierno el frío es la estrella y esto hace que muchos deportes que podemos realizar de manera habitual no los llevamos a cabo debido a las condiciones adversas. Pero existe una que es propia de esta época, se trata del patinaje sobre hielo. En esta ocasión nos vamos a detener en esta actividad. Sobre todo en qué significa a nivel de trabajo muscular para el cuerpo.
Antes de nada es necesario que tengamos en cuenta que el patinaje sobre hielo se realiza en un entorno adecuado. Es necesario acudir a una pista de hielo y tener el equipamiento correcto para poder llevarlo a cabo. Los patines en este caso serán cuchillas que nos permitirán desplazarnos sobre el hielo.
Si de manera habitual patinamos sobre ruedas, no es difícil hacerlo en hielo, ya que el control del cuerpo y el desempeño de la actividad es muy similar. Pero es necesario que sepamos controlar la técnica. Si estamos empezando, nosotros os recomendamos el uso de protecciones como coderas, muñequeras, casco... Esto nos ayudará a eliminar posibles lesiones en caso de caidas, que suelen ser muy habituales al practicar este deporte.
A pesar de todo, sobre todo, es imortante que controlemos a la perfección el equilibrio corporal. Al fin y al cabo, patinar consiste en eso, en controlar los movimientos que vamos a realizar y en mantener el equilibrio del cuerpo, sabiendo equilibrar nuestro peso y apoyando toda la carga en los patines. En este caso lo haremos sobre las cuchillas que nos servirán para desplazarnos.
Para conseguir este equilibrio, lo que vamos a hacer es doblar ligeramente las rodillas. Dejar el cuerpo rígido no es una alternativa en ningún caso. Es importante que estemos tranquilos y relajados al realizar la actividad, para tener un mayor rango de movimientos y poder así desplazarnos sin caernos. Para ello lo adecuado es inclinar el cuerpo ligeramente hacia adelante, mientas compensamos con las rodillas y las caderas, que estarán algo proyectadas hacia atrás-
Los brazos nos servirán para marcar el control del equilibrio y acompasar nuestra postura a los movimientos que vamos a llevar. Los brazos en este caso serán las guías que nos van a permitir compensar y conseguir tener un perfecto control del equilibrio a la hora de patinar.
Es cierto que toda la tensión del ejercicio se va a centrar en las piernas, que son las que aguantarán la carga de la actividad, pues de ellas depende la sujección que vamos a tener mientras patinamos. Las piernas deben estar firmes y paralelas, ligeramente separadas. Sobre todo la parte superior, pues los gúteos juigarán un papel importante en todo el ejercicio.
A pesar de todo, nosotros en este post queremos detenernos uno por uno, en todos los músculos que entran en juego en esta actividad, que a simple vista parece un entretenimiento propio de estas fechas, pero que en el fondo es un ejercicio muy completo que pondrá a trabajar casi todo el cuerpo, y nos permitirá tonificar determinados músculos, mientras realizamos una buena actividad aeróbica.
El patinaje es una actividad que podemos realizar en todo momento, pero el hielo es diferente, ya que sobre todo se realiza en invierno. Es cierto que la superficie, al ser hielo, es mucho más deslizante que el suelo habitual. Por ello el trabajo muscular será mayor. Sobre todo hay que tener en cuenta que las piernas son las que correrán con toda la responsabilidad de la actividad, pero el tren superior no se queda atrás, y por ello es bueno repasarlo, para saber qué es lo que estamos haciendo cuando patinamos sobre hielo.
Para empezar vamos a detenernos en el gruipo muscular que más se ve afectado a la hora de patinar sobre hielo, las piernas. Como hemos dicho anteriormente, las piernas son las que nos mantienen en pie y son las que controlan toda la actividad a la hora de patinar. De hecho una de ellas siempre realizará la función de guía o mastil para controlar que mantenemos el equilibrio y no nos caemos.
La postura correcta para patinar sobre hielo
Precisamente, para controlar el equilibrio y no caernos, lo que haremos será balancear la carga del cuerpo en las piernas, que serán las que la soportarán. Además, deben mantener la postura de rodillas dobladas y caderas ligeramente proyectadas hacia atrás. Esto hace que pongamos a trabajar los músculos que las componen. A priori entendemos que todos los músculos que componen las piernas entran en funcionamiento, pero hay unos que intervienen más que otros.
Al realizar el movimiento de piernas para desplazarnos, llevamos a cabo un movimiento de abducción y de extensión de la cadera. En este movimiento simple de desplazamiento al patinar, los músculos que se ven involucrados son sobre todo los gluteos, que son los que aguantan estos movimientos que se concentran en la cadera sobre todo.
De igual modo, al realizar este movimeinto de extensiópn y abducción, ponemos a funcionar un pequeño músculo redondo de la parte externa de la cadera, conocido como tensor de la fascia lata. Estos pequeños músculos se verán muy involucrados al patinar, y nos ayudarán a equilibrar totalmente la colocación de las piernas y el mantenimiento de la postura durante toda la actividad.
Los cúadriceps son otra parte importante del trabajo muscular al patinar
No debemos olvidar que los cuádiceps también intervienen de manera activa a la hora de patinar. Sobre todo al realizar los desplazamientos en los que el muslo se mueve hacia adelante mediante la flexiónd e la cadera. De este modo la tensión se concentra en estos músculos de las piernas que se verán activados y en los que incidiremos directamente. También al enderezar la pierna para equilibrarnos o parar, los cuádiceps se activarán para conseguirlo.
Como hemos comentado anteriormente, la flexión de la cadera es fundamental al patinar, ya que esto es lo que nos ayudará a mantener el equilibrio. Al realizart esta flexión de cadera haremos que intervengan los músculos flexores de la cadera, que comienzan en la base del estómago y llegan hasta el tope de la zona de los muslos. Esto es lo que hace que pongamos en juego la pared abdominal, que nos servirá para mantener la estabilidad.
Al hilo de esto, el abdomen es una parte que se activa de manera directa al patinar sobre hielo. Como hemos visto, las piernas aguantan todo el empuje, pero es el abdomen el que comunica la parte superiro con la inferior del cuerpo, y lo que hace que nos estabilicemos durante todo el ejercicio. Por ello la actividad que vamos a realizar y la incidencia en esta zona será importante, y nos ayudará a fortalecer los músculos del core.
El trabajo de la parte trasera de las piernas es importante
La parte trasera de las piernas no pasa desapercibida durante la realización del dejercicio. En este caso los isquiotibiales se verán muy afectados y se activarán de manera directa. Sobre todo al levantar la pierna para desplazarnos, y al echarla hacia atrás para propulsarnos sobre el hielo. Este simple movimiento, hace que los músculos de la parte trasera de las piernas se activen con cada embestida.
Pero los desplazamientos no solo se basan en ir hacia adelante y atrás, si no que debemos equilibrarnos y girar mientras patinamos. Estos movimientos vienen dados por la acción de los músculos abductores que intervendrán de manera muy activa durante todo el tiempo que dura la actividad. Estos músculos de la cara interna de los muslos nos servirán para llevar a cabo movimientos muy precisos y controlados, y nos servirán para fortalecer esta parte de las piernas.
Es cierto, que como apuntábamos antes, las piernas son las que aguantan todo el ejercicio y son las que más se fortalecen al realizar patinaje sobre hielo. Pero el tren superior también se activará con esta actividad. Como apuntábamos antes, los brazos nos ayudarán a mantener el equilibrio, y esto hace que al conseguir ese balance, pongamos a trabajar sobre todo la parte de los hombros y los bíceps. No olvidemos que nunca vamos a involucrar esta parte de la misma manera que lo hacemos con la inferior, pues no soporte tanta tensión.
Otros beneficios que nos aporta el patinaje sobre hielo
Una vez recorridas las principales partes que se trabajarán al patinar sobre hielo, no queremos dejar de lado otros beneficios que vamos a conseguir con esta actividad, y que nos ayudarán un poco mejor a entender que es una buena elección en invierno para mantenernos activos sin apenas darnos cuenta. Por ello es bueno que nos detengamso en estos puntos que no hay que pasar por alto.
En primer lugar, es una muy buena actividad para fortalecer el corazón y mejorar la circulación sanguínea. El patinaje es una actividad aeróbica moderada que pone nuestro corazón entre las 110 y 140 pulsaciones por minuto. Este simple gesto hace que activemos la circulación y con ello mejorar el trabajo del corazón. Pero la cosa no queda solo ahí, si no que además, si patinamos a un ritmo mayor, podemos llegar a alcanzar las 180 pulsaciones por minuto.
Por esto el patinaje es una buena actividad para quemar calorías. Se calcula que patinar durante una hora a un ritmo medio moderado, conseguiremos quemar entre 300 y 600 calorías. Por ello es una actividad miuy buena para mantener nuestro organismo a raya y conseguir, no solo trabajar los músculos, si no que nos ayudará a quemar el exceso de calorías que tenemos y mejorar así el estado general del cuerpo.
Por todo esto, el patinaje sobre hielo es una buena alternativa en esta época del año. Simplemente es recomendable que empecemos poco a poco si no estamos familiarizados. Si ya lo conocemos, podemos lanzarnos a practicarlo y disfrutar de sus beneficios que conseguirán que nos sintamos mucho mejor poco a poco.
Imágenes | Pexels y Unplash
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