Una de las principales razones por las que las personas dejan de entrenar es por que no ven los resultados esperados, se sienten frustrados y así, optan por abandonar su actividad y buscar otros recursos que le permitan lograr sus objetivos.
Si bien debemos tener paciencia para ver los cambios en nuestro cuerpo y evidenciar los efectos esperados, existen algunos factores que no permiten que tu entrenamiento de el resultado pretendido. Aquí te mostramos cuáles son las posibles causas por las que tu actividad no da resultado y así, podrás evadirlas o modificarlas para tomar el buen camino.
Todo cantidad, nada calidad: cuando centramos nuestro entrenamiento sólo en la cantidad, los efectos se reducen a medida que nuestros músculos aprenden los movimientos y lo hacen de manera automática. Por eso, no sólo la cantidad es importante, sino que concentrarnos en el ejercicio y darle calidad al entrenamiento, puede ser la clave para encaminarnos hacia los resultados esperados.
Subestimar su alimentación: sobre todo en quienes quieren desarrollar sus músculos, un error frecuente es comer menos de lo que deberían por miedo a crear grasa en lugar de músculo. Sin embargo, ingerir pocas calorías en general puede ser la causa de la nula producción de resultados, pues el cuerpo no tiene con qué crecer y crear. Por eso, procura alimentarte en la medida justa y con los nutrientes necesarios para que tu entrenamiento comience a mostrar sus efectos.
Haciendo los ejercicios equivocados: si sólo te guías por los ejercicios que viste en el periódico o los que realiza tu amigo más cercano, es posible que el tipo de ejercicio no es el correcto para lograr los resultados que tú esperas. Por eso, debes comprender que cada objetivo es distinto, que cada persona es diferente y por ende, la rutina y el entrenamiento debe cambiar en función de la persona y sus particularidades.
Sin cambios: el cuerpo responde mediante una adaptación ante los esfuerzos que le exigimos, por eso, si día tras día hacemos lo mismo, nos convertimos en máquinas que hacen un excelente trabajo, pero ya no estimulamos a nuestro cuerpo, no requerimos adaptación y por ello, los resultados nunca aparecen. Incorporar cambios y diversidad en el entrenamiento es una buena forma de progresar.
Objetivos poco realistas: si los objetivos son inalcanzables en el corto plazo, puede ocurrir que juzguemos a nuestro entrenamiento como ineficiente y creamos que no da resultado. Sin embargo, el problema está en las metas planteadas, con sólo establecer objetivos realistas y que podamos concretar en poco tiempo, mantendremos la motivación y veremos los logros de la actividad.
Muchos de estos factores pueden presentarse juntos o en forma aislada y ser la causa de la ausencia de resultados del entrenamiento. Por eso, haz una revisión de tu actividad y tal vez necesites hacer algunas adaptaciones que te permitirán ver que tu entrenamiento verdaderamente funciona.
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