Sin darnos cuenta el frío ya está aquí y a muchos se nos hace más difícil salir a practicar deporte a la calle. Aunque en estos tiempos ejercitarnos al aire libre es una de las mejores opciones que tenemos, nosotros queremos detenernos en algunos consejos para conseguir hacerlo de la mejor manera posible sin que el frío sea un problema.
Hacer deporte al aire libre es una de las mejores maneras de ponernos en forma, y es que ahora mismo, además, es una de las maneras más seguras de ejercitarnos. Por ello es una buena alternativa para ejercitar todo el cuerpo con cualquier tipo de actividad.
Algunas de las actividades que podemos hacer al aire libre son la carrera, caminar, bicicleta, TRX, Yoga, Pilates... Todas estas alternativas, a pesar de ser totalmente diferentes entre sí, tienen que tener un punto en común, y es que el frío puede hacer mella y no podemos dejar de prestarle atención.
Uno de los principales peligros que corremos al hacer deporte al aire libre en otoño e invierno es el frío. Aunque no lo creamos, las temperaturas bajas pueden, no solo afectar a nuestro rendimiento, si no que además puede pasar factura a los músculos y a las articulaciones.
El problema del frío es que hace que nuestra temperatura corporal baje y que los músculos se tensen más. Esto puede hacer que el riesgo de lesiones aumente considerablemente. Pero es necesario que para evitar esto tomemos una serie de medidas que nos ayudarán a no bajar la temperatura corporal.
En esta ocasión nos queremos detener en cinco puntos que vamos a destacar para evitar que el frío frene nuestros entrenamientos al aire libre. Se trata de sencillos gestos que van a conseguir que podamos seguir saliendo a la calle con total normalidad para mantener nuestra forma física.
Mantener la temperatura corporal en todo momento
En primer lugar es necesario mantener la temperatura corporal en todo momento. Sobre todo en esta época del año, el aire frío es lo que hace que baje nuestra temperatura corporal. Si a esto le sumamos la humedad en el ambiente, se forma un cóctel perfecto para enfriarnos y hacernos daño.
Para evitar esto, es bueno que antes de salir a practicar deporte veamos la previsión del tiempo. Elegir las mejores horas del día siempre que nos sea posible es fundamental. Si podemos salir a hacer deporte en las horas centrales del día, cuando más sol hay, será la mejor alternativa para estar activos en esta época.
Una vez tengamos esto chequeado, la indumentaria será muy importante, pues es lo que va a permitir que mantengamos la temperatura. Vestirnos con varias capas que corten el aire y el frío es esencial. Decantarnos para el interior por prendas térmicas que permitan la transpiración y eviten que se acumule la humedad, que puede hacer que nos baje mucho más la temperatura.
Proteger determinadas partes del cuerpo para que no se escape el calor
En segundo lugar, y vinculado a este mantenimiento de la temperatura, es importante proteger determinadas partes del cuerpo. La cabeza, las muñecas, el cuello, las orejas, los tobillos y las rodillas, son las partes que hay que proteger frente al frío.
Para conseguir esto, lo que vamos a hacer es colocarnos un gorro que además tape las orejas, una bufanda o una braga entorno al cuello, y en las articulaciones es bueno que usemos rodilleras, tobilleras o muñequeras térmicas.
Estas partes apenas se mueven mientras hacemos deporte y por ello son las más fáciles de enfriar y podemos hacernos daños en ellas. La cabeza también es una parte por la que se escapa mucho calor del cuerpo, y por ello es muy importante que la tapemos al hacer deporte al aire libre.
Calentar el cuerpo antes de hacer deporte
Como tercer consejo, es necesario que antes de empezar a movernos, preparemos las partes que vayamos a utilizar. Una vez que ya tenemos la ropa adecuada colocada, lo importante es realizar un acondicionamiento progresivo para que los músculos y articulaciones no estén fríos.
Para conseguir un perfecto acondicionamiento antes de hacer deporte, lo esencial es calentar esa parte del cuerpo. El calentamiento hará que la sangre fluya por los músculos y articulaciones y que el ejercicio no suponga un paso drástico del frío al calor.
Para conseguirlo vamos a valernos de ejercicios sencillos y suaves que simplemente nos van a poner a movernos. Caminar un poco o correr de manera suave serán maneras de activar la circulación y aumentar poco a poco la temperatura del cuerpo. Dedicar unos 10 o 15 minutos a esta preparación es muy adecuado en esta época del año para seguir practicando deporte al aire libre.
Proteger la piel con protector solar
Pero no todo tiene que ver con el mantenimiento de la temperatura. Protegernos del frío también pasa por hacerlo con la piel. En este caso, y como cuarto consejo, lo ideal será proteger la piel del rostro con protector solar que la aislará de las inclemencias del tiempo que son propias de esta época.
El aire, el exceso de humedad, y el sol, pueden ser un cóctel perfecto para que aparezcan irritaciones y quemaduras en la piel producidas por estos accidentes climatológicos. Para evitarlo es adecuado el uso de protector solar de pantalla total.
Este tipo de protección no es solo para el verano, si no que además, en invierno mantendrá las defensas de la piel activas. Las cremas protectoras mantienen la humedad y fortalecen las defensas frente a las inclemencias del tiempo. Por ello es esencial al salir a la calle a practicar deporte y no podemos olvidarnos de ella nunca.
La hidratación es esencial al hacer deporte al aire libre
Como quinto consejo, vamos a destacar lo importante que es la hidratación. No solo en verano, cuando más calor hace hay que hidratarse. En otoño e invierto también hay que reparar en este punto si no queremos correr riesgos innecesarios en este momento en el que nos lanzamos a la calle a entrenar.
Es fácil que en otoño e invierno, al hacer más frío, la sed disminuya y las ganas de beber sean menores, pero nosotros debemos obligarnos a hacerlo, y más cuando estamos practicando deporte. A pesar del frío, el ejercicio hará que el cuerpo siga transpirando y perdiendo líquidos y sales minerales que debemos reponer a través de los líquidos que vamos a ingerir.
Pero el agua no solo nos servirá para reponer sales minerales, si no que además es necesario para mantener los músculos y las articulaciones en perfecto estado de lubricación. Esto ayudará a que el riesgo de lesión disminuya y además, mantener un perfecto estado de hidratación, nos ayudará también a mantener mejor la temperatura del cuerpo.
Es muy importante que tengamos en cuenta estos puntos a la hora de lanzarnos a salir a practicar deporte a la calle. Por ello es necesario que seamos conscientes de los riesgos que esto conlleva. Normalmente estamos acostumbrados a practicar deporte en espacios cerrados, y las normas son diferentes, al igual que el equipamiento y el protocolo a seguir.
Si somos constantes y seguimos estos puntos a rajatabla, conseguiremos un mejor desempeño del deporte. Hacerlo de manera segura nos servirá para conseguir mejores resultados y evitar sobre todo las lesiones por frío y las hipotermias.
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