Se recomienda a las personas obesas o con sobrepeso hacer ejercicio para reducir el riesgo de desarrollar diabetes de tipo 2 y enfermedades cardiovasculares. Sin embargo, la gente no suele tener tanto tiempo para hacer ejercicio como le gustaría, así que es importante encontrar formas de aumentar los beneficios para la salud a la hora de hacer ejercicio. Nuestra última investigación ha descubierto una manera para hacer justo esto y tiene que ver con el momento del día a la hora de hacer deporte, lo que significa que podrías beneficiarte de hacer menos ejercicio, especialmente cuando la familia y el trabajo te echen para atrás los planes de hacer deporte.
Para explicar cómo funciona es necesario saber un par de cosas sobre la insulina: una hormona que ayuda a controlar los niveles de azúcar en sangre. Uno de los principales efectos de la insulina después de ingerir alimentos es permitir que el azúcar en la sangre llegue a los músculos donde puede ser almacenada o utilizada como fuente de energía.
Cuando una persona no hace suficiente ejercicio y desarrolla problemas de sobrepeso y obesidad, su cuerpo tiene que producir más insulina para que la hormona tenga este importante efecto. En otras palabras, esa persona se vuelve menos sensible a la insulina y es una de las razones por las que el sobrepeso aumenta el riesgo de desarrollar diabetes de tipo 2 y enfermedades cardiovasculares.
Uno de los principales beneficios de hacer ejercicio es que mejora nuestra respuesta a la insulina y la posibilidad de controlar nuestros niveles de azúcar en sangre (aunque no podamos observar este cambio de forma directa). Ahora está quedando patente que el momento en el que comemos en relación con el ejercicio podría ser importante en relación a cómo responde el cuerpo a la insulina.
Nuestro estudio analizó cómo respondían varios sujetos a seis semanas de ejercicio que consistía en 50 minutos supervisados de bicicleta tres veces a la semana. En uno de los grupos, varios hombres con sobrepeso u obesidad realizaron ejercicio en ayunas y mostraron una mejor respuesta a la insulina después del entrenamiento. Esto significa que tenían que producir menos insulina para controlar los niveles de azúcar en sangre, lo que sugiere un menor riesgo de desarrollar enfermedades como la diabetes de tipo 2 después del entrenamiento. Sin embargo, aquellos hombres que realizaron el mismo ejercicio después de desayunar no mostraban una mejor respuesta a los niveles de insulina en sangre.
Los hombre que hacían bici en ayunas también quemaban el doble de grasa durante el ejercicio que el grupo que lo hacía después de desayunar. Las pruebas actuales indican que este aumento de la quema de grasas durante el ejercicio podría explicar por qué dicho grupo mostraba mejores beneficios para la salud.
Pero no cuentes con perder más peso
Una de las concepciones erróneas a nivel generalizado sobre realizar ejercicio en ayunas es que el aumento de la quema de grasas supondrá una pérdida de peso. Sin embargo, para que se produzca una pérdida de peso lo importante es el equilibrio energético: la cantidad de energía consumida a través de alimentos y bebidas menos la cantidad de energía consumida por el cuerpo, en parte a través del ejercicio.
Algunos datos indican que, a lo largo de un periodo corto de tiempo (24 horas), ayunar y hacer ejercicio podría crear un equilibrio energético más negativo en comparación con desayunar y realizar el mismo ejercicio. Si bien los datos también sugieren que cuando solamente se cambia el momento de la ingesta en relación con el ejercicio (no ayunar) la cantidad de pérdida de peso será similar incluso cuando la quema de grasas es diferente. Así que un aumento de la quema de grasas durante el ejercicio no lleva a una mayor pérdida de peso, a no ser que el equilibrio energético (como el aporte energético o el gasto energético) sea diferente.
Lo que hace falta ahora es repetir el mismo estudio en mujeres, aunque es posible que el efecto sea el mismo en relación con hacer ejercicio antes o después de desayunar, puesto que tanto en hombres y en mujeres el desayuno antes de hacer ejercicio reduce la quema de grasas durante el ejercicio. Esta investigación también fue realizada mediante ejercicios de resistencia de intensidad moderada, como andar en bici o correr, y los resultados no tienen por qué ser los mismos si tuviéramos en cuenta ejercicios de alta intensidad o levantar pesas.
Encontrar formas de mejorar los beneficios para la salud del ejercicio podría ayudarnos a reducir la creciente incidencia de enfermedades como la diabetes de tipo 2. Esta nueva investigación sugiere que podría ser mejor para tu salud mover el cuerpo antes de comer.
Autor:
- Rob Edinbugh. Doctorando en salud, Universidad de Bath.
Este artículo ha sido publicado originalmente en The Conversation. Puedes leer el artículo original aquí.
Imágenes | iStock
Traductor | Silvestre Urbón
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