Sé que eres nuevo en el gimnasio porque estás haciendo todo esto mal

Apuntarse al gimnasio por primera vez en la vida es, sin duda alguna, una decisión acertada; pero lo cierto es que igual de importante, o más, es asegurarse de que disponemos de toda la información necesaria para iniciarnos de un modo correcto.

Obtener resultados sin lesionarnos y de manera efectiva debe de ser nuestro gran propósito, y para conseguirlo es indispensable conocimiento y trabajo duro. Para empezar con buen pie en la senda del mundo fitness es importante que conozcamos los errores más comunes que comenten los principiantes: sé que eres nuevo en el gimnasio porque estás haciendo todo esto mal.

1. Estoy más que preparado: saltarse la fase de iniciación

No comenzar a entrenar con ejercicios básicos es uno de los errores más extendidos de todo principiante. Antes de lanzarnos "a loco" a por las barras y los discos, es importante que trabajemos ciertos patrones básicos de técnica.
Adaptarnos a los rangos de movimiento a través de ejercicios básicos y sencillos como sentadillas, press de pecho o press militar, nos ayudará enormemente a adaptar nuestro cuerpo a los nuevos estímulos y a la biomecánica del movimiento.

Una vez tengamos controlada esta fase de iniciación tendremos todo el tiempo del mundo para adentrarnos en ejercicios más complejos y de peso libre.

2. ¡Puedo con todo!: no seguir una rutina adaptada y progresiva

Trabaja de modo inteligente y los resultados aparecerán más rápido

Cuando somos nuevos en este mundo, a veces por ambición y otras por "el que dirán..." comenzamos a entrenar como "el vecino" que lleva cinco años haciéndolo: error, y pronto lo sabremos...

El nivel de entrenamiento con el que comencemos debe de tener una exigencia óptima pero adaptada a nuestro estado físico de principiante. Si no comenzamos de este modo, solo vamos a incurrir en una técnica desastrosa y en traumatismos musculares dolorosos como resultado de una mala administración de cargas, y eso si tenemos suerte y no acabamos lesionándonos.

No te obsesiones con levantar más peso de lo que deberías (todo el mundo, hasta "el más cachitas del gym", comenzó como tú) y, en su lugar, opta por asegurarte de seguir una técnica correcta y un proceso de adaptación fuerza-reistencia que acabará conduciéndote, progresivamente, a tus rangos de fuerza máxima sin cometer errores.

Si tienes cerca un buen preparador podrá asesorarte e indicarte el camino correcto sin problemas, recuerda: "la buena progresión conduce a la victoria".

3. Mal día...: entreno "a medio gas"

Otro error muy común cuando comenzamos y tenemos uno de esos días flojos es saltarse series o repeticiones porque simplemente...¡mañana será otro día!
Comprometerse con el trabajo debe de ser un pilar incuestionable en cada entrenamiento.

Si tienes un día más complicado de lo habitual, es mejor que optes por reducir el número de ejercicios de la rutina antes que la intensidad de trabajo. Recuerda que es mejor hacer una serie óptima al fallo que autoengañarnos con cuatro series hechas "a medio gas".

4. Esto sí, esto no!: saltarse grupos musculares

Una de las trampas en las que todos hemos caído alguna vez es la de entrenar lo que nos interesa y olvidarnos un poco más del resto. Muchas veces el lucir un torso atractivo nos lleva a olvidarnos de entrenar equitativamente todos los grupos musculares de nuestro cuerpo.
Ya sabemos que entrenar intensa y únicamente pecho y brazo resulta de lo más atractivo con un camiseta bien pegadita, pero si luego tenemos unas "canillas de gallina"... ¿os parece realmente estético? ¡Tengo serias dudas al respecto!

Trabaja todos los grupos musculares con igual intensidad, incluyendo por supuesto pierna y espalda, para conseguir de este modo un físico fuerte, proporcionado y bien balanceado en todo su conjunto.

5. Menos es más: caer en el sobre entrenamiento

La impaciencia y el entusiasmo desmedido por ver resultados rápidos pueden conducirnos al sobre entrenamiento, es decir, una incorrecta recuperación muscular debido, en gran parte, a un exceso de entrenamiento por parte del principiante.

Olvidaros de la creencia de que "cuanto más tiempo pasemos entrenando, más músculo vamos a crear". Precisamente la ganancia muscular se genera mientras descansamos y se recupera el músculo, no durante el propio entrenamiento. Seguir unas pautas de descanso será fundamental para lograr los resultados.

Clave de progresión: entrenar cada grupo dos veces por semana y alimentarse y descansar correctamente

6. Que no te pueda el afán: entrenar lesionado

Ser disciplinado y trabajar duro es sin duda el camino correcto hacia cualquier meta que te propongas en la vida, tanto deportiva como personal, pero no siempre a cualquier precio porque, si lo haces, puedes echar a perder todo el esfuerzo realizado.

Entrenar lesionado es una auténtica locura que lejos de beneficiarte, acabará agravando aún más el problema e incluso a alejarte de tus entrenamientos más tiempo del necesario. Descansa el tiempo que necesites hasta tu recuperación, sin miedo a peder lo que ya has ganado, y céntrate en retomar los entrenamientos en un estado físico óptimo, solo así conseguirás seguir avanzando.

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