¿Os vais de vacaciones navideñas? Seguro que muchos de vosotros os iréis de viaje para visitar a amigos y familiares, o simplemente a pasar unos días de relax alejados del trabajo y disfrutando del tiempo libre. ¿Queréis seguir entrenando y no sabéis cómo? Quizás en la habitación del hotel tenéis todo lo necesario y no os habéis dado cuenta.
Mucha gente opta por utilizar los días de vacaciones para descansar del gimnasio, una opción muy válida: escucha a tu cuerpo, y si te pide descanso, no se lo niegues. Si en cambio queréis seguir entrenando en vacaciones pero no tenéis un gimnasio a mano, existen otras opciones para las que sólo necesitamos el espacio disponible en una pequeña habitación de hotel.
Por ejemplo, yo me voy unos días a Munich por tema de trabajo: en caso de que no me dé tiempo a entrenar en el gimnasio he preparado un “plan de emergencia” que me ayude a mantenerme activa.
Lo único que me voy a llevar de mi casa es una cuerda para saltar, una banda elástica y mi medidor de intervalos, que no me ocupan nada en la maleta y me serán de mucha ayuda para entrenar. Con 30 minutos por la mañana antes de salir del hotel tendré más que suficiente.
Como calentamiento os propongo tres series de cinco flexiones o push-ups, diez sentadillas y quince contracciones abdominales. Una vez que ya estamos a tono, podemos comenzar con el trabajo con banda elástica: con el medidor de intervalos programado para realizar 50 segundos de trabajo y 10 segundos de descanso, podemos introducir ejercicios para los distintos grupos musculares.
La banda elástica nos puede dar mucho juego a la hora de realizar ejercicios compuestos y multiarticulares, modificando la resistencia a nuestras propias necesidades. Splits combinados con press de hombro, agarrando los extremos de la banda con las manos mientras la pisamos en el centro para añadir resistencia, o lunges laterales con un extremo de la banda sujeto al pie que se mueve mientras realizamos una rotación de tronco con el otro extremo en las manos son distintas opciones.
Los ejercicios con nuestro propio peso corporal también son un gran aliado en este tipo de entrenamiento: los burpees no deberían faltar en nuestra tabla, flexiones de pecho y de tríceps, y elevaciones de cadera hacia el techo nos pueden ayudar cuando escasean los medios para entrenar.
Por último, un poco de cardio: salir a correr a la calle en Munich en pleno invierno si eres un poco friolera como yo me parece demasiado. Pero con la cuerda podemos hacer intervalos de saltos a distinta velocidad y de distintas formas: dobles, a una pierna, saltos cortitos, otros buscando altura… Las posibilidades son infinitas.
Y vosotros, durante las vacaciones, ¿descansáis o seguís entrenando?
En Vitónica | Mantenernos activos en vacaciones sin que nos ocupe mucho espacio en el equipaje
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