Esta expresión es muy frecuente entre quienes se ejercitan con regularidad, y no significa que son adictos a la actividad o el deporte, sino que perciben en su cuerpo los beneficios de hacer ejercicio y es esto lo que nos lleva a querer más de eso saludable para el organismo.
Cada vez que siento la necesidad de hacer ejercicio pienso en el por qué de esto, y personalmente creo que la razón por la cual buscamos regresar al movimiento es simplemente porque nacimos para esto. Además, movernos nos hace sentir bien, nos relaja, despeja la mente y las endorfinas liberadas se encargan de todo el resto de los beneficios del ejercicio para la salud.
Manifestar este sentimiento de necesitar el ejercicio en nuestra vida puede ser de ayuda para quienes aun no son físicamente activos, pues el sólo hecho de comenzar y moverse con regularidad, nos empujará a sentir lo mismo después, es decir, a no querer dejar de experimentar en nuestra vida diaria lo que la actividad nos ofrece. Así, ya no será una obligación por cumplir el hecho de ejercitarse a diario.
Sin obsesionarnos ni volvernos adictos al ejercicio, sentimos la necesidad de caminar, saltar, bailar o movernos aunque sea un poco, para sentir la ligereza en nuestro cuerpo y el bienestar que el ejercicio brinda. ¿Vosotros sentís lo mismo?
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Imagen | Cempey