Cuando pensamos en hacer deporte y en comenzar a entrenar, muchos de nosotros pensamos en ir al gimnasio y realizar entrenamiento funcional y centrarnos en estar en la sala de fitness.
Sin embargo, cuando hacemos esto, solemos descuidar aspectos importantes de cualquier entrenamiento, como el calentamiento o los estiramientos posteriores. Esto puede afectar a nuestra flexibilidad y movilidad. Por ello, practicar algunas posturas de Yoga puede ayudarnos a complementar nuestro entrenamiento y asegurarnos de mantenernos flexibles.
El perro boca abajo (Adho mukha svanasana)
Una de las posturas más conocidas de Yoga es el perro boca abajo. No es de extrañar teniendo en cuenta los beneficios que esta postura puede tener. Y es que, el perro boca abajo nos ayuda a estirar la espalda, los hombros, los glúteos, los isquiotibiales y los gemelos.
Realizar esta postura después de un entrenamiento en el gimnasio nos ayudará enormemente a mantener nuestra flexibilidad. Podemos hacer esta postura partiendo de una posición de pie o de una posición tumbados boca abajo.
Partiendo de la posición de pie, tenemos que separar los pies a la altura de la cadera, al inspirar subimos los brazos al cielo y al expirar flexionamos la cadera y llevamos las manos al suelo.
Postura de la media paloma (Eka Pada Rajakapotasana)
Mejorar la movilidad de nuestras articulaciones es especialmente importante cuando llevamos un entrenamiento de fitness. La postura de la paloma nos ayuda a movilizar y abrir nuestra cadera.
Debemos tener en cuenta que se trata de una postura avanzada y debemos ir preparándonos poco a poco para hacerla. Debemos tener en cuenta que la pierna que dejamos atrás se mantiene activada todo el tiempo. Podemos realizar esta postura manteniendo la espalda erguida o bajándola al suelo.
La postura de la cobra (Bhujangasana)
Esta postura resulta muy útil para estirar la espalda, pero también ayuda a que estiremos bien la musculatura del abdomen. Es una postura estupenda para nuestros estiramientos después del ejercicio físico.
Para realizarla tenemos que mantener las manos apoyadas firmemente en el suelo, debajo de los hombros y mantener los codos pegados al cuerpo. Los hombros los mantendremos hacía atrás y la cabeza hacía el frente sin arquear el cuello. La cadera no se levanta del suelo, sino que la mantenemos pegada al suelo.
Postura de la mariposa (Baddha Konasana)
Una postura sencilla que nos ayudará a movilizar de manera adecuada nuestra cadera y mejorar la flexibilidad de nuestras piernas y rodillas. Para realizar esta postura comenzamos sentados en la colchoneta y mantenemos la espalda bien erguida.
Después, flexionamos las rodillas y delante de nosotros juntamos las plantas de los pies. Acercaremos los pies lo más que podamos a las ingles al mismo tiempo que intentamos mantener las rodillas lo más cerca del suelo que podemos y mantenemos la posición unos segundos.
Postura de la pinza (Uttanasana)
Esta postura es una de las que más nos ayudan en Yoga a trabajar nuestra flexibilidad, a estirar nuestra espalda y a movilizar nuestra cadera. Es decir, en una única postura podemos obtener todos los beneficios que necesitamos para complementar nuestro entrenamiento en el gimnasio.
La postura de la pinza requiere que ya tengamos una muy buena flexibilidad previa, ya que con las piernas rectas debemos dirigir todo nuestro torso estirado hacía ellas hasta que nuestras manos agarren los tobillos.
Por ello, podemos comenzar con la postura de la media pinza (ardha uttanasana) ya que, tal y como indica el nombre, no llegamos a hacer la pinza completa y el estiramiento es menor y más sencillo de hacer y, aun así, estiramos las piernas, los glúteos y los músculos de la espalda.
El triángulo (Trikonasana)
Otra postura relativamente sencilla, que podemos combinar con la postura del perro boca abajo o con la postura de la cobra, y que nos ayudará a complementar los estiramientos y la mejora de la flexibilidad.
Comenzamos esta postura colocándonos de pie en la colchoneta y damos un paso largo con el pie derecho hacia un lado. De esta manera nuestras piernas quedarán separadas estirando los aductores. El pie izquierdo queda mirando hacía adelante mientras que rotamos el derecho hacía el lado.
Posteriormente, abrimos los brazos en cruz y nos inclinamos hacía la derecha bajando tanto como podamos. Poco a poco conseguiremos ir bajando más.
Variación de Supta Padangusthasana
Se trata de una variación que consigue que todos podamos hacer esta postura. Se trata de tumbarnos en el suelo y llevar nuestra rodilla flexionada, con ayuda de las manos, lo más cerca que podamos de nuestro pecho.
Gracias a esta postura conseguiremos movilizar nuestra cadera. Poco a poco, según vayamos ganando flexibilidad y movilidad, podemos ir variando a la postura original que implica llevar la pierna de manera frontal lo más cerca posible de la cabeza.
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