Cada vez somos más los que nos animamos a empezar a practicar Yoga. Los beneficios que esta actividad física nos aporta, como flexibilidad, mejora de la postura física, mejora de la respiración, reducción de los niveles de estrés, y la ayuda que nos ofrece para mantener un peso adecuado, son motivo más que válidos para probar el Yoga.
Sin embargo, como ya hemos comentado otras veces, existen muchas modalidades diferentes de Yoga y es importante que las conozcamos, para poder decidir cuál es la más adecuada para nosotros. En este caso, si estás pensando en probar el Yoga Iyengar, te contamos todo lo que necesitas saber.
En qué consiste el Yoga Iyengar
Se trata de una modalidad de Yoga que se centra, principalmente, en la alineación del cuerpo. Es decir, independientemente de la postura que estemos haciendo, el Iyengar Yoga se centrará en que mantengamos la alineación de la cabeza, la columna vertebral, la cadera y los pies.
Fue creada por B.K.S Iyengar, después de que empezara a practicar Yoga para intentar aliviar sus problemas de salud cuando era adolescente. Se trata de un estilo de Yoga que deriva del Hatha Yoga y su fin es mejorar la salud y el bienestar de una manera algo más terapéutica que otras prácticas de Yoga.
Cualquiera de nosotros podemos practicar este tipo de Yoga, pero está especialmente indica para personas que sufren problemas de salud como depresión, ansiedad, personas con asma, dolor de espalda, hipertensión o artrosis, entre otros.
Cómo se practica el Yoga Iyengar
Una de las particularidades que tiene el Yoga Iyengar es que se hace un mayor uso de accesorios como bloques, correas, mantas, almohadas, etc. Además de eso, se trata de una práctica que se centra mucho en las necesidades particulares y situación física de cada cuerpo.
En las clases de Yoga Iyengar no existe tanto movimiento ni fluidez como en otras modalidades. Lo habitual es hacer pocas posturas y dedicar la mayor parte de la clase a conseguir una alineación correcta y a mantener esa postura durante un largo tiempo de manera que se permita que el cuerpo se adapte a ellas.
Beneficios que nos aporta esta modalidad de Yoga
Aunque todas las prácticas de Yoga parecen tener ciertos beneficios en nuestra salud mental, la práctica de Iyengar Yoga ha mostrado reducir los síntomas de depresión, mejorando los sentimientos positivos. Además, cuánto más tiempo se practica, los beneficios parecen ir creciendo.
El hecho de tener que mandar las posturas durante un tiempo más largo que en otras prácticas influye en el aumento de la flexibilidad. Además, al centrarse tanto en las necesidades de cada paciente y su estado físico, el riesgo de lesión es más bajo de lo habitual.
Por supuesto, al centrarse en mantener la alineación corporal es posible que, al principio, notemos ciertas molestias. Pero a la larga resulta en una mejora de la postura corporal.
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