En estos días muchos son los que acuden al gimnasio para comenzar una serie de rutinas de entrenamiento después del verano. Esto es lo que comúnmente se llama la vuelta al curso, y con ella hay muchas personas que empiezan desde cero a tomar contacto con una sala de fitness, al igual que otros muchos veteranos lo único que buscan es mejorar cambiando la rutina y los ejercicios que la van a componer. Para ello en este caso vamos a recomendar la realización de circuitos para tener una buena toma de contacto con el gimnasio en ambos casos.
En anteriores ocasiones hemos destacado la realización de circuitos en las diferentes salas de entrenamiento para conseguir un acondicionamiento total de nuestro cuerpo. Muchas personas eligen esta alternativa solamente para mantenerse activos y conseguir tonificar las diferentes partes de su cuerpo sin incurrir en una hipertrofia elevada, sino que simplemente servirá para poner un poco a tono el cuerpo y los músculos.
Pero no solo es que sea una buena manera de trabajar todo el cuerpo con sencillos ejercicios sino que un circuito lo podemos utilizar de otras muchas maneras y puede sernos de gran utilidad en distintas fases de los entrenamientos. Por ello vamos a detenernos en las utilidades que esta manera de entrenar puede tener, ya que comenzar con un circuito a la vuelta a los entrenamientos puede ser más útil de lo que pensamos.
Para volver al gimnasio
En primer lugar el circuito puede ser una buena manera de volver a poner a tono nuestro cuerpo para regresar al gimnasio después de unos meses sin entrenar. El circuito en este caso se realizará de manera sencilla con ejercicios que toquen todas las partes del cuerpo y que nos peritan volver a adquirir la destreza que hemos perdido en muchos casos con el paso del tiempo y la falta de práctica. Por ello la intensidad en este caso será pequeña al principio para ir en aumento poco a poco para pasar después a sesiones diarias en las que trabajaremos un grupo muscular determinado.
Como transición o cambio de rutina de entrenamiento
Siguiendo con este planteamiento, el circuito puede tener otra utilidad que es la de servir de transición cuando queremos variar la rutina de entrenamiento por completo. En esta época del año es habitual que muchos de nosotros se plantee un cambio en la rutina. Por ello un circuito puede ser una buena manera de hacerlo y conseguir que nuestro cuerpo se aclimate a las nuevas circunstancias, ya que es recomendable que al cambiar de ejercicios de manera radical tengamos unas sesiones de aclimatación, y un circuito puede ser una buena manera de conseguirlo.
Como iniciación en novatos
También el circuito se puede utilizar para iniciar a personas que nunca han acudido a un gimnasio a la hora de practicar este tipo de actividades, pues el circuito es una buena toma de contacto, ya que al no centrarnos solamente en un grupo muscular no resulta tan repetitiva la rutina y es una manera adecuada de no sobreentrenar un grupo muscular en los primeros días de entrenamiento, y así evitar lesiones derivadas de un mal uso o realización de los ejercicios y las sesiones de entrenamiento.
Modo habitual de tonificar el cuerpo a falta de tiempo
Pero no solo entrenar mediante un circuito es algo que hagamos de modo pasajero y circunstancial, sino que muchas personas lo prefieren a causa de la falta de tiempo para entrenar y centrarse en un solo grupo muscular. Esta manera de trabajar el cuerpo lo que permite es trabajar todo a la vez a una baja intensidad que nos ayudará a mantener los músculos activos y en perfecto estado, pero sin conseguir grandes resultados de hipertrofia. Además, un circuito siempre estaría bien combinado con ejercicio aeróbico para mejorar los resultados.
Imagen | DeSales University