Los pies son la base de nuestro cuerpo y si hay algo que los dañe o los perjudique, también puede resultar perjudicado el resto del cuerpo, ya que incide de manera determinantes sobre nuestra postura corporal.
El Colegio Oficial de Podólogos de España, asegura que el calzado debe ser saludable , adaptarse a la morfología y fisiología del pie para sujetar y proteger al mismo, permitiendo una marcha correcta que no perjudique la salud del usuario al afectar otras partes del cuerpo.
La longitud del zapato debe ser suficiente para que los dedos puedan mantenerse estirados y moverse durante la marcha, las superficies de los calzados muy duras y planas no permiten que algunos músculos trabajen y así, se puede causar un molesto dolor de espalda y en articulaciones, algo habitual hoy en día.
Las suelas poco almohadilladas, los tacones altos y las superficies duras en los calzados, pueden provocar metatarsalgias, un problema muy frecuente y doloroso que surge del uso de un zapato poco saludable, que además, puede causar heridas, callos, problemas de circulación y afectar negativamente la marcha y la postura del cuerpo.
Con la finalidad de resolver este problema, han surgido las fábricas de calzado ergonómico, quienes argumentan que este tipo de productos permite la actividad muscular de la espalda, abdomen, glúteos, isquiotibiales y gemelos, regula el consumo de oxígeno y reduce la tensión sobre las articulaciones y rodillas.
En realidad, no hace falta que usemos este tipo de calzado cuyo costo es muy diferente de los zapatos convencionales, sino que lo ideal es buscar un calzado que permita a nuestro pie moverse, caminar con facilidad y no lo comprima. Además, la superficie del mismo no debe ser muy dura y plana y debe permitir la circulación de oxígeno por el pie.
Por otro lado, debemos prestar atención al calzado que posee dimetilfumarato, ya que la asociación española de defensa de los consumidores FACUA, alerta que los zapatos, mayormente provenientes de China, pueden estar contaminado con este compuesto que produce reacciones alérgicas e irritación en la piel.
La base de nuestro cuerpo son los pies, y si ellos no están sanos, todo el resto de nuestro cuerpo resultará afectado. Por eso, el calzado es un factor fundamental a tener en cuenta para prevenir molestias y afecciones indeseadas.
Por experiencia propia, creo que los pies saben indicarnos con qué calzado se sienten cómodos, pues todos tenemos aquel par de zapatillas que amamos y no queremos abandonar nunca. ¿Verdad?
Vía | Terra
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Imagen | Joe Hastings