Mantenimiento básico de un pulsómetro

Si usas un pulsómetro para controlar tus entrenamientos debes tener algunas cosas en cuenta para no acortarle la vida. Si te ha pasado que en ocasiones te pones el pulsómetro y te marca cosas extrañas, o no te coge las pulsaciones o se quedan quietas en una medida, lo más seguro es que estés haciendo mal el mantenimiento de tú pulsómetro.

Antes de ponernos la banda en el pecho es recomendable humedecer con agua la parte de los sensores y también la zona del pecho donde irá la banda, esto ayudará a que se capten mejor las pulsaciones, sobre todo al inicio donde no sudamos y el ambiente de transmisión sería más seco.

Importante al acabar el entrenamiento, secar el sudor del reloj y ponerlo en un sitio seco. No os metáis con él en la ducha o lo dejéis alli mucho tiempo, la humedad puede acabar por afectar al funcionamiento, por mucho que el fabricante diga que es sumergible.

La banda del pecho la lavaremos con un jabón neutro, sobre todo por la parte de los sensores, ya que si hemos sudado mucho y dejamos secar, los electrolitos quedarán ahí y esto podría afectar a la correcta transmisión de la información la próxima vez que lo usemos.

En resumen, todo debe de secarse lo antes posible una vez limpiado y mantenerse en una zona baja en humedad.

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