No es un potro de tortura, es una máquina para entrenar todo tu cuerpo: así funciona The Frog

Cuando creíamos que lo habíamos visto todo en maquinaria de entrenamiento, nos encontramos con The Frog: un híbrido entre una bicicleta, unos sliders y una ab wheel para trabajar nuestros abdominales con el que podemos realizar entrenamientos intensos de una forma divertida.

Más allá de que nos llame la atención por su llamativa forma, ¿tiene sentido entrenar con este tipo de máquinas? ¿Qué tipo de estímulos y entrenamientos podemos conseguir con ellas? ¿Merece la pena gastarnos los 1.325 euros que cuesta para tenerla en casa? Veamos cómo es un entrenamiento con The Frog.

Antes de nada, veamos cómo es la estructura de The Frog para que entendamos cómo funciona. La máquina cuenta con una estructura de metal con cuatro ruedas colocadas en los extremos de dos barras, que pueden acercarse y alejarse hacia la zona central, donde encontramos un banco o respaldo donde podemos apoyar nuestro pecho (también cuenta con una pequeña rueda debajo para poder moverse). 

En las barras delanteras tenemos un agarre para las manos, y en las traseras un soporte para los pies, y ambas barras van unidas con unas gomas que aportan resistencia. 

A la hora de realizar los distintos ejercicios en un entrenamiento con The Frog (que no son muchos, ya que la colocación del cuerpo limita bastante las variables que podamos hacer), tendremos que agarrar la barra delantera con nuestras manos, y colocar los pies sobre los soportes traseros. Desde ahí, podemos realizar distintos movimientos deslizando nuestro tren superior, nuestro tren inferior o ambos a la vez hacia adelante o hacia atrás.

The Frog, gracias a que está montado sobre cuatro ruedas, genera en nuestro cuerpo una cierta inestabilidad que deberemos compensar activando nuestra zona media, que será la que se lleve la mayor carga de trabajo con este tipo de entrenamiento. Los deslizamientos de nuestras extremidades nos obligan a mantener el tronco inmóvil, haciendo que la musculatura del core trabaje.

En este sentido, The Frog no es tan diferente del trabajo que podemos hacer con unos sliders o discos deslizantes, con los que insistimos en el trabajo de nuestra zona central. Los discos, además, nos permiten una mayor libertad de movimiento, al no estar anclados a dos barras, y son sensiblemente más baratos (alrededor de 9 euros en Amazon). Los discos solo podremos utilizarlos sobre suelos de parqué o de loza, mientras que The Frog podemos usarlo en cualquier superficie; pero los discos son mucho más sencillos de transportar.

¿Puede The Frog proporcionarnos un entrenamiento completo? La verdad es que los movimientos que podemos realizar con este tipo de equipamiento son bastante limitados, aunque no por ello serán menos efectivos. Conseguiremos un buen entrenamiento para nuestra zona central que puede ser interesante como complemento de un entrenamiento completo de fuerza con nuestro propio peso corporal o bien con un peso externo.

Desmontando las ruedas traseras podremos trabajar también como si se tratara de una barra con discos como las que podemos encontrar en el gimnasio, con la diferencia de que, en este caso, la barra y las ruedas no pesan, y la carga de trabajo con la que trabajemos dependerá de la goma elástica que une ambas barras (y será bastante limitada).

¿Merece la pena invertir una cantidad de dinero tan grande en un solo ítem de equipamiento? Sin duda es un equipamiento muy llamativo y que puede ser útil y efectivo, pero si lo que estamos buscando es montar nuestro propio lugar de entrenamiento en casa, quizás es mejor invertir en material que pueda ser algo más versátil.

Imágenes | The Frog

Vídeo | 6packabs.com 40+ en Youtube