Ahora que están tan de moda las pulseras cuantificadoras y que casi todo el mundo tiene una, conviene preguntarnos cómo nos ayudan en nuestra vida diaria. Es muy posible que gracias a la tuya hayas comenzado a moverte más, te hayas hecho consciente de que duermes poco y de que tienes que mejorarlo, o hayas descubierto que no quemas tantas calorías al día como pensabas.
Eso entraría dentro del grupo de ventajas para "mejorar nuestra calidad de vida", pero ¿podría llegar una pulsera a salvar nuestra vida? Parece que sí, es posible, y nos lo cuentan desde Nueva Jersey, donde un paciente llegó a la sala de urgencias de un hospital con una fibrilación auricular. En estos casos para poder utilizar el desfibrilador es necesario conocer cuándo se produjo la arrtimia cardíaca para hacerlo dentro de la seguridad. ¿Cómo lo supieron? Gracias a su pulsera cuantificadora y a la app conectada a ella.
La pulsera del paciente, una FitBit Charge HR, contaba con un pulsómetro que registra el pulso en todo momento, y la aplicación móvil emparejada con la pulsera registró el momento en el que había comenzado la arrtimia y la duración de la misma. Gracias al acceso a estos datos, los sanitarios pudieron utilizar el desfibrilador y realizar la descarga eléctrica para salvar la vida del paciente.
Parece que sí: en algunas ocasiones las pulseras cuantificadoras pueden llegar a salvarnos la vida, aunque para ello debemos abstenernos de usar "truquitos" para subir en las clasificaciones con los amiguetes.
Visto en | El País
Imagen | iStock
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