Para las mujeres que entrenamos con regularidad, llevar un buen sujetador deportivo es fundamental para nuestra comodidad así como para evitar lesiones de la mama que pueden resultar irreversibles. No es fácil encontrar un sujetador adecuado y una vez que lo tenemos, resulta difícil desprenderse de él, por eso hoy te mostramos tres señales que indican que debemos cambiar el sujetador deportivo.
La banda elástica situada en el torso se levanta o enrolla: esto es un indicio de que el lavado y el tiempo de uso ha dañado los elásticos y por ello, la base del sujetador o banda elástica no se mantiene en su lugar. Esa banda es el apoyo del pecho y lo que permite que las mamas se mantengan en su lugar, por lo tanto, un sujetador cuya banda elástica está dañada no constituye una base sólida y debe renovarse.
Las correas o tirantes de los hombros están flojos: si bien las tiras son elásticas, el estiramiento de las mismas debe ser mínimo para reducir el movimiento del pecho hacia arriba y hacia abajo mientras nos movemos, por eso, si esas correas están muy flojas y estiradas no protegerán a los pechos de los movimientos bruscos mientras ejercitamos.
Ya tiene un año de uso: los sujetadores pueden usarse por 6 meses a un año, pero generalmente en 12 meses el busto puede cambiar de tamaño o de forma y requerir un sujetador nuevo, así como también, la prenda se desgasta con su uso presentando señales como las antes dichas. Por eso, si ya hace un año que utilizas el mismo sujetador, será buena opción renovarlo.
La vida útil de los sujetadores es más corta de lo que creemos y si utilizamos un sujetador deportivo ya gastado la prenda no cumplirá adecuadamente con su función de proteger ante los movimientos y servir de apoyo para las mamas, por eso, si tu sujetador presenta estas señales, ha llegado el momento de desecharlo y comprar uno nuevo para entrenar con seguridad.
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