Ganar medallas a posteriori: los casos de dopaje en los Juegos Olímpicos

Hace solo unas horas nos ha llegado la noticia de que Lydia Valentín, bronce en halterofilia en menos de 75 kilos en los últimos Juegos de Río 2016 también será medalla de plata en los Juegos de Pekín 2008, después de ser descalificadas por dopaje tres de las atletas que quedaron por delante de ella. Ocurrió lo mismo en el caso de Londres 2012, donde las tres atletas del podium fueron igualmente descalificadas, pasando Valentín a conseguir el oro virtual.

Antes de comenzar los Juegos de Río, Valentín expresaba su deseo de que en esta ocasión los atletas fueran "limpios" a competir, aunque es consciente de que en una competición de este nivel el dopaje existe. ¿Qué sucede para que las medallas se otorguen a posteriori tras conocerse los casos de dopaje?

El dopaje en el deporte

El dopaje o doping se refiere al uso en general de sustancias o métodos prohibidos en el deporte con el fin de mejorar las condiciones de los deportistas y de mejorar su rendimiento. La necesidad de la creación en el año 1999 de la Agencia Mundial Antidopaje nos da idea de la importancia que ha ganado este tema en los últimos años.

En 2015 se modificó el Código Mundial Antidopaje para sancionar no solo el uso de sustancias o métodos prohibidos, sino también el intento de uso, el hecho de negarse a proporcionar pruebas o muestras dentro y fuera de competición o la complicidad a la hora de utilizar sustancias prohibidas o proporcionarlas a los atletas.

Las sustancias más utilizadas para el dopaje han sido la eritropoyetina o EPO, las anfetaminas o los esteroides.

Una vez que se detecta un posible caso de dopaje se comienza un proceso para confirmar o no el posible uso de sustancias prohibidas por parte del deportista, que puede ser sancionado y/o descalificado de la competición. Tras el proceso, en caso de resultar positivo, puede haber una apelación al organismo disciplinario.

¿Por qué se otorgan medallas a posteriori?

Una de las preguntas más frecuentes es la de por qué salen a la luz actualmente algunos casos de dopaje que tuvieron lugar en Juegos Olímpicos de las pasadas ediciones. Con el Código Antidopaje que regía hasta el 1 de enero de 2015 las pruebas provistas por los distintos deportistas se podían conservar durante un período de ocho años para su posterior análisis, si este se consideraba necesario. Desde entonces, el plazo de conservación de las muestras se ha ampliado hasta los 10 años.

Al igual que la producción y uso de sustancias prohibidas avanza y cambia de manera muy rápida con los años, también evolucionan las técnicas utilizadas para detectar el posible uso de estas sustancias en los deportistas. Estas nuevas técnicas son las que hacen posible que años después de una competición las sustancias sean detectadas y las medallas y títulos otorgados a los deportistas "limpios".

En el caso de la medalla de Lydia Valentín, por ejemplo, la haltera española terminó en quinto lugar durante la competición en Pekín 2008. En junio de este año salió a la luz el positivo de la atleta rusa Nadzda Evstyukhina, que había sido bronce. Ahora se ha descubierto el positivo por agentes anabólicos de la china Leia Cao, que ostentaba el título de campeona olímpica, y de la bielorrusa Iryna Kulesha, que había obtenido la medalla de bronce tras la anterior descalificación. Así, Valentín sería plata virtual, solo por detrás de la atleta de Kazajistán Alla Vazhenina.

Otros casos sonados de dopaje olímpico

Cabe destacar que durante la ceremonia de apertura de los Juegos Olímpicos uno de los atletas del país anfitrión, en representación de todos los atletas, recita el Juramento Olímpico mientras sostiene la bandera con los aros:

En nombre de todos los competidores, prometo que participaremos en estos Juegos Olímpicos, cumpliendo y respetando con sus reglamentos, comprometiéndonos a un deporte sin dopaje y sin drogas, con verdadero espíritu deportivo, por la gloria del deporte y el honor de nuestros equipos.

Uno de los casos más conocidos de dopaje en los Juegos Olímpicos son el del atleta jamaicano nacionalizado canadiense Ben Johnson, obligado a devolver sus medallas y desposeído de sus récords conseguidos bajo el efecto de los esteroides (batió el récord de 50, 60 y 100 metros lisos). A pesar de que en un principio negó el haber usado sustancias prohibidas, Johnson terminó admitiendo el uso de esteroides para estar al mismo nivel de otros atletas que los usaban. Regresó a la competición tras una sanción de dos años, pero volvió a dar positivo (esta vez por exceso de testosterona) y fue excluido de por vida de las pruebas.

La estadounidense Marion Jones, ganadora de tres medallas de oro y dos de bronce en las pruebas de atletismo de Sidney 2000, fue obligada a devolver sus medallas e igualmente sancionada tras confesar en 2007 haber consumido sustancias prohibidas en competición. Incluso fue condenada a seis meses de prisión por dificultar una investigación, perjurio y blanqueo de dinero junto al que fuera su marido, Tim Montgomery, otro atleta desposeído de sus récords por dopaje.

Imágenes | Gtres, iStock
Vídeo | motoc55
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