Todo sobre la rodilla (XVIII): Quiste poplíteo o quiste de Baker

Continuando con el especial, que parece infinito, sobre la rodilla, le toca esta vez al quiste poplíteo o quiste de Baker. Consiste en un abultamiento en el hueco poplíteo, es decir, en la parte posterior del muslo, por donde se flexiona la rodilla.

El quiste poplíteo o quiste de Baker se debe a un acúmulo de líquido sinovial, aunque también existen otras causas. La producción excesiva de líquido sinovial puede tener diversos motivos: un problema dentro de la articulación, como una lesión de meniscos, o también puede producirse acompañando a procesos como artrosis o artritis reumatoide.

Las rodillas, como todas las articulaciones, tienen un lubricante conocido como líquido articular. Este líquido funciona como el aceite de una bisagra, disminuyendo la fricción. Cuando hay un problema en la articulación, esta reacciona produciendo mayor cantidad de líquido, esto se conoce como derrame articular. El exceso de líquido se acumula en la región posterior de la rodilla, ocasionando el quiste.

Sintomatología

  • Sensación de ocupación en el hueco poplíteo.

  • Rigidez de rodilla, dificultad para flexionarla.

  • Dolor en toda la articulación.

  • Si es grande, puede comprimir venas o nervios, originando sintomatología más intensa.

  • También puede presentarse simplemente hinchazón y rigidez, pero no los demás síntomas.

Exploración


El médico palpará la zona, buscando una masa y comparando con la rodilla contraria. Se valorará la movilidad, dolor y otras limitaciones. Puede que el quiste se rompa y se produzca derrame de líquido y aparezca hematoma en la parte posterior de la articulación. Habrá que comprobar que el hematoma se deba a la rotura del quiste y no a otra patología.

Tratamiento

En muchas casos no se requiere ningún tratamiento, y el quiste puede ir desapareciendo con el paso del tiempo. En deportistas se suele asociar a otras lesiones (rotura de meniscos…) por lo que habrá que explorar también estas posibilidades. También puede aparecer simplemente por sobreuso, con lo que el reposo y medidas contra el dolor y la inflamación serán suficientes.

En ocasiones puede que sea necesario extirpar el quiste mediante una intervención quirúgica. En estos casos habrá que valorar si realmente la cirugía resultará útil, ya que el quiste puede reaparecer si no se elimina la causa que lo origina. Además, el hueco poplíteo es una zona donde se acumulan vasos venosos y arteriales, así como nervios, con lo que existe riesgo de que se dañen en la operación. En algunos casos simplemente es necesario drenar el líquido, y no se requiere la extirpación quirúrgica.

Imagen | James Buck

Fuente de la cita | tutraumatologo.com

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