Las patatas fritas son irresistibles y eso todos lo hemos podido comprobar alguna vez en que no quisimos consumirlas pero comenzamos con una y ya no fue fácil controlar su ingesta. Está reacción tiene un fundamento fisiológico que a continuación te contamos,es decir, te damos la razón por la cual no podemos comer una sola patata frita.
Al parecer, la raíz de esta conducta es la grasa contenida en las patatas fritas que desencadena en el intestino la producción de sustancias llamadas endocanabinoides, que son similares a los compuestos que contienen drogas como la marihuana.
Este efecto del consumo de grasas se comprobó en ratones y no sucedía ante la ingesta de hidratos y proteínas. La secreción de endocanabinoides conduce a señales que provocan ansias por continuar consumiendo alimentos grasos, así una vez que la patata frita tuvo contacto con nuestra boca, resulta muy complejo consumir una sola.
Si bien en el futuro se piensa utilizar los datos de esta investigación para crear terapias que obstruyan la producción de endocanabinoides en el organismo y así, nos permitan controlar la ingesta de alimentos grasos, en la actualidad, podemos emplear esta información a nuestro favor para evitar la ansia por comer más y más.
Es decir, podemos intentar reducir el consumo de alimentos con muchas grasas en su composición que sabemos nos empujarán a buscar más y sobre todo, debemos colocar frente a nosotros porciones reducidas de los mismos, pues ya sabemos que si frente a nosotros hay una bolsa de patatas fritas no podremos dejar para después la mitad de la misma.
Por eso, al momento de consumir frituras, bollería u otros productos ricos en grasas, llevemos a la mesa el producto en la cantidad que deseamos consumir y no más que esto.
De esta manera, ya no tendremos que sufrir la ansia por consumir más y las consecuencias de no poder controlar la ingesta debido a estas sustancias que tanto nos impulsan para seguir comiendo.
Vía | Directo al Paladar
Imagen | Theimpulsivebuy