Hace unos días un lector nos realizó una consulta acerca de las dudas que tenía sobre el uso de la faja a la hora de hacer deporte. Nos comentaba que él había escuchado que fortalecía los músculos de la cintura, además de reducir volumen de la misma. Por este motivo, y para desterrar algunos mitos sobre la faja reductora, en Vitónica hemos querido hacer un análisis a este producto y ver su utilidad a la hora de hacer deporte.
La faja es una prenda que muchas personas a diario cuando hacen deporte. En la mayoría de los casos está fabricada con materiales que proporcionan calor en la zona del abdomen y la parte lumbar como el neopreno. Este calor que acumula en esta zona es el que ha dado a estas fajas la fama de ser reductoras de cintura y servir para acabar con la grasa localizada en esta zona, un mito en toda regla, ya que la grasa por sí sola no se quema ni desaparece, sino que el proceso es otro.
Es cierto que la faja nos da calor en la parte de la cintura, y más aún si la usamos al hacer deporte, ya que no deja transpirar debidamente a la piel. Este calor lo que nos hace es sudar y hacer que perdamos gran cantidad de líquidos a través del sudor, además de acabar con muchas toxinas. Pero en ningún caso este calor hará que la grasa se elimine, ya que la única manera de conseguirlo es a través del ejercicio físico y de la dieta.
Pero no solo la faja no nos ayuda a perder grasas, sino que además, al tratarse de una prenda ajustada al cuerpo, puede ser todo un inconveniente a la hora de hacer deporte, ya que la presión que ejerce en nuestro cuerpo puede ser un impedimento a la hora de mantener una circulación sanguínea adecuada, ya que no debemos olvidar que por nuestra cintura trascurren capilares importantes que comunican el tren inferior con el corazón, y que por ello no debemos obstruirlos si queremos que la circulación funcione de manera normal.
Como hemos dicho la faja ejerce una gran presión en la cintura, por lo que lo que sí que puede representar una sujeción a la hora de realizar ejercicios en los que descargamos gran parte de la tensión en la zona de la cintura, tanto en la pared abdominal como en la lumbar. Aunque no debe ser una prenda que usemos de manera habitual, pues lo conveniente es fortalecer la cintura y que ella soporte la tensión por sí misma.
Imagen | Christi Nielsen
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